En la
parte I hice un humilde paneo sobre los primeros pasos, las cuestiones básicas
a las que se dedicó Néstor a partir de su asunción. Es fácil advertir, según me
parece, que no solo hizo lo que figura en esa pequeña lista, la lista es mucho
más larga, y es muy importante advertir que esa lista se completa con otros
elementos, con otras cosas, que tal vez no tuvieron ni tengan la relevancia
mediática que si poseen las cuestiones económicas, cuestiones que tienen una
relevancia casi que hegemónica, diría yo.
La visión kirchnerista sobre
la economía afirmo que puede ser llamada una visión profundamente ética, esto
es, la economía al servicio de la gente. Es muy común escuchar a la oposición
hablar de “clientelismo” a la hora de verificar que la economía, que la renta,
se derrama sobre las clases bajas, sobre los pobres y desocupados.
Es algo muy bien pensado
esto del “clientelismo” por parte de la oposición, tanto política como
mediática, (son la misma cosa, bah) por que con esa adjetivación, descalifican
al que posibilita el derrame y al que lo recibe, invalidan a la inclusión, en
suma.
Hablo de que la oposición
está diciendo que lo que hay no es una recuperación de la economía, un proyecto
de crecimiento inclusivo, lo que hay es un simple negocio electoral: una
limosna a cambio de un voto. Todo se reduce a “en el gobierno hay un corrupto y
desalmado político clientelar”.
Que tendrá que ver la Ley de
Matrimonio Igualitario con la economía, ¿verdad? Tiene que poseen el mismo tronco,
la misma base, salen de una misma concepción ética. El modelo kirchnerista
incluye a todos, o acaso hubo a lo largo de la historia o hay en la sociedad
actual personas más excluidas que los gay y lesbianas? ¿Mas acusados de
“degenerados” que los que aman a personas de su mismo sexo?
Volviendo al tema económico,
es bueno recordar que tanto la oposición política y los medios “objetivos,
veraces e independientes” no hacen ninguna mención a un pequeñísimo detalle:
los pobres que abundan en el país del 2003
son heredados de más de 20 años de políticas neoliberales de ajuste
permanente contundentemente apoyadas por los políticos acusadores y medios “objetivos”.
Hay una batería de medidas,
profundamente éticas, que acompañaron y dieron apoyo al componente económico
del proyecto de crecimiento inclusivo, que demuestran que no hay clientelismo,
que lo que hay es ÉTICA y una profunda vocación por la aplicación de políticas
populares.
Quién de nosotros no ha
soñado a lo largo de su vida con sueldos que representen el 50% de la renta
nacional, con poder mandar a sus hijos a la Universidad, con el crédito para la
casita, con la movilidad social ascendente, movilidad social que durante los
últimos 20 años fue hacia abajo.
¿O acaso se atreve la
oposición a negar esto?
Aplicarle a la política estatal activa en
relación con los derechos humanos, llevada a cabo por Néstor y Cristina la
calificación de clientelar u otro calificativo por el estilo es, primero, pasar
por alto el compromiso con la Ética y el Estado de Derecho por parte de la
inmensa mayoría del Pueblo Argentino, y segundo, ser profundamente corrupto y
comprometido con el pacto cívico-militar que llevó adelante el proceso
genocida. ¿Y en qué consistió esta política activa”? En esto: Anulación de las
leyes de impunidad y juicio a militares y civiles responsables de la dictadura.
Y con más de 200 sentencias ya.
Plena y absoluta vigencia del
Estado de Derecho.
Y la cosa no terminó ahí:
Depuración de la Corte Suprema con mayoría
Automática. Desarmó una Corte Suprema que hizo gala de una connivencia
descarada y corrupta con el menemismo y sus políticas neoliberales de desguace
del estado y ajuste permanente, con un Presidente de la Corte que ni siquiera
currículo tenía ya que es un genuflexo que ni un panfleto ha escrito.
Por el contrario, Néstor designo
para la Corte Suprema a profesionales de primera línea, mediante audiencias
públicas con la posibilidad de presentar
oposición a los candidatos nombrados por él.
Como prueba del compromiso con la
Ética por parte de Néstor, pongo el link del Doctor Zaffaroni. Los demás integrantes están a la misma
altura: http://www.csjn.gov.ar/data/cv_zaffaroni.pdf
Esta designación de una Corte
Suprema de Justicia digna, con integrantes, que como el Dr. Zaffaroni, tienen
reconocimiento nacional e internacional, ¿también es clientelismo? Y la Ley de
Trata de Personas, para combatir el proxenetismo, ¿también transforma en
“clientes” del kirchnerismo a las personas salvadas de la trata gracias a esta
ley?
En esa “andanada de demagogia”
por parte de Néstor y Cristina sin duda debemos agregar como un ítem muy
importante al hecho de bajar el cuadro del dictador genocida Videla que estaba
en la galería de Presidentes de la Nación del Colegio Militar.
Hecho de gran contenido
simbólico, que marcó de manera muy profunda la relación entre el kirchnerismo y
los sectores afines al golpismo, entre los cuáles debemos incluir a los medios
hegemónicos y a la Sociedad Rural. Fue el principio del fin del partido
militar, un partido que nunca se presentó a elecciones, pero que obtuvo el
poder cuantas veces quiso. Y fue, tal vez, este hecho el que disparó el odio
descomunal que al día de hoy, la oposición descarga sobre Cristina y los que la
apoyamos.
Se preguntaran, ¿y qué tienen que
ver estos hechos con la economía? Mucho tienen que ver. Son, como dije más
arriba, medidas de un profundo e innegable contenido Ético y Moral, que le
permitieron al kirchnerismo ir construyendo poder y tener oxígeno para ir
aplicando también esa Ética y esa Moral a la economía.
Medidas que prueban que es
perfectamente posible un modelo distinto, un proyecto de país basado en el
crecimiento con inclusión, esto es, asentado en la Justicia Social, un proyecto
para una Patria Justa, Libre y Soberana y no la implementación de un
clientelismo para garantizar la “compra de drogas”, como lo afirmara el
Diputado Morales de la UCR,
¿Qué Ética y que Moral?, dirán
algunos en la oposición. Es la Ética, la Moral y el coraje que se pudo ver
abundando en Cristina afrontando a las 5 corridas cambiarias, todas volteadas
de un hachazo y sin miramientos por este Gobierno Nacional y Popular, como
corresponde.
Y por si quedaron dudas, tenemos
la frase que La Presidenta les dedicó a los “mercados”, luego de tumbado el
intento de golpe de mercado del 24 de Octubre de 2011: “Respeto a los mercados,
pero gobierna el electo por el voto”.
Y ya que estamos, ¿Qué es el
clientelismo? o mejor dicho, ¿que sería el clientelismo según la oposición?
Creo que aquí ya cabe también preguntarse qué es gobernar.
Según estamos viendo en Europa,
el gobernar es ajustar, único camino posible para solucionar el desfasaje de
las cuentas fiscales. Y por supuesto, en el ajuste está implícito no entregar
ningún tipo de ayuda a los pobres, porque es “clientelismo” (pero si en una de esas la
derecha llega a dar una ayuda, es por altura moral).
Actitud que por supuesto la
derecha cambia cuando está en la oposición, entonces ahí reclama a viva voz que
se haga algo por los pobres, que son los pobres que van dejando por el mundo
con sus ajustes, y ya sabemos lo que dicen después si se ayuda a las víctimas
de sus políticas criminales.
Pero volvamos al tema de que es
gobernar, desde otra óptica, por supuesto. Si un gobernante le da, por ejemplo,
una cama a un pobre tipo que duerme en el piso, según el criterio
“biempensante” está haciendo política clientelar, pero según una mirada ética,
lo que está haciendo ese gobernante, es cambiarle la vida para bien a esa persona, y eso, es gobernar, cambiar para bien,
mejorar diariamente la vida de los habitantes de un país.
Al decir “clientelismo”, estamos
en cierta forma diciendo que todo lo que haga un gobernante es para conseguir
votos. Y eso es cierto, pero eso forma parte de una regla de juego básica de la
democracia, regla de juego a la que también se adscribe la derecha acusadora.
El decir que hacer cosas por el
bien de la gente es “clientelismo” es demostrativo de la falta de honestidad
por parte de quien lo dice.
Es acertado alegar que lo que se
debe hacer es generar empleo genuino, que es también generar la cultura del
trabajo, pero para países como Argentina, que
han pasado por décadas de ajustes permanentes teniendo como letal
consecuencia la desocupación y la miseria, llegar al pleno empleo lleva muchos
años, por lo complejo del tema y por la oposición fanática que ejerce la
derecha a la implementación de políticas populares.
Entonces, ¿qué hacemos mientras
tanto nos llega la plena ocupación?
Desde la visión ética, desde la
visión kirchnerista, ayudamos a los pobres, se les mejora la vida, se les
cambia la vida en realidad, se les da alegría, y eso está más que bien. Y en un
Estado de Derecho, se puede transformar en un voto para el gobernante. Y es
perfectamente legítimo que así sea, no tiene nada de inmoral que apoyes al que
te cambió para mejor la vida, como tampoco tiene nada de malo que ese político pida
que por eso lo voten.
El mensaje que el neoliberalismo,
la derecha toda, entrega a la sociedad es muy simple y contundente: solo se es
bueno si se hacen sacrificios.
Por supuesto, no se incluyen en
el sacrificio.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario