Se ha calentado la bloguería k por culpa de la
"derrota" sufrida por el kirchnerismo en las PASO. La autocrítica
esta a la orden del día. Enhorabuena. Es muy necesaria. La autocrítica, digo y
no la autoflagelación. En algún momento lo dijo Néstor: “no nos golpeemos los
dedos con un martillo”
Causas para la "derrota" hay, sin duda. Porque
si, la cosa no fue. Hay faltantes, errores, asignaturas pendientes, trabajo
territorial, la falta de soluciones ante muchos problemas, como es el tema del
trabajo en negro, que obliga a millones a vivir sin cobertura médica, por
ejemplo.
Hay también una persistente inflación, que si bien
está controlada, no podemos negar que mucha gente vive con la
"certeza" de que en cualquier momento se descontrola. La misma
certeza la tienen muchos, y de buena fe, con los temas de la corrupción y la
inseguridad.
La oposición mediática política sostiene que la inflación
está en el orden del 30% anual, sin embargo, la medición que realiza la
Provincia de Santa Fe, opositora al Gobierno Nacional, arroja un 13% anualizada.
Estos tres temas, problemas en realidad, tiene un
punto en común: son las herramientas preferidas de la oposición mediática para
desgastar al kirchnerismo. Comunican bien Clarín y La Nación sobre estos
problemas, algo que no hace el Gobierno. Siempre vi la comunicación del
kirchnerismo con mucha necesidad de ser mejorada en cuanto al alcance, ya que
sostengo, no le llega a todos.
Además de contar con un monopolio comunicacional,
la oposición cuenta con la inestimable ayuda de las carencias en comunicación
que tiene, a mi juicio, el PE. Ese monopolio comunicacional, que cuenta con más
de 300 medios, se encuentra en pleno disfrute de un gran triunfo sobre no solo
el Gobierno, sino sobre toda la
sociedad: ha logrado imponer que es el más débil en esta historia. Para tener
muy en cuenta.
Cristina, como cualquier gobernante democrático,
debe someterse al veredicto de las urnas cada dos años mientras que los
monopolios y los jueces están siempre, son eternos. Pero son “los más débiles”.
En mi caso, yo siempre fui un convencido de que lo
más importante es la gestión, entendiendo por gestión, solucionarle los
problemas a la gente desde tu puesto ejecutivo.
Y es indudable que este Gobierno lo ha hecho. Pero
no lo ha comunicado con el alcance necesario. No estoy diciendo que toda la
gente que está apoyando desde los medios lo esté haciendo mal, lo que estoy
diciendo es que no alcanza, ya que la inmensa mayoría no ve los programas ni
lee los medios que aguantan los trapos.
Voy a dar por descontado que los faltantes, sean
del tipo que sean, tienen que ser gestionados. Y me voy a centrar en lo que a
mi parecer es el eje por el cual la interna del kirchnerismo sacó menos votos
que la de Massa, y que es el tema comunicacional, ya que en dos meses, es algo
que puede solucionarse o al menos mejorarse substancialmente. Con los faltantes
en gestión no es tan así.
Me permito una argumentación para apoyar mi tesis:
Si les digo que es posible convencer a un pueblo para que vaya a la guerra y
produzca un genocidio, seguro que algunos me dirán que no es posible. Pero si,
es posible: Hitler lo hizo. Y mediante el uso de la comunicación.
Y que quede claro que estoy hablando de lo
comunicacional para ganar una elección, no para hacer la guerra y matar a
millones.
Volvamos: me voy a referir a algo muy simple como
es la publicidad gráfica ¿Y por qué? Porque la mayoría no ve 678, pero si
puede ver un afiche en una calle o una ruta. O un aviso a doble página o un
video en los medios hegemónicos. Una parte de mi propuesta consiste en publicar
avisos a doble página en precisamente Clarín, La Nación y Perfil. Porque abundan
los que les creen a esos medios de buena fe. Y debemos llegar a ellos.
Y debemos llegar con un mensaje cortito, claro,
que defienda lo hecho pero a la vez con propuestas hacia el futuro, clarificando
cual es la verdadera materia prima de la que están hechos los medios: las
mentiras explayadas en gigantescas operaciones mediáticas. Y les ha resultado
muy efectivas, parece.
Detalle: el fuerte de la comunicación
opo-mediática es el alcance: no hay rincón del país al que no lleguen.
Por eso nosotros tenemos que convertir el “Clarín
miente” de una frase absolutamente veraz a una contundente y argumentada
campaña en rutas, calles y medios a lo largo y ancho del país.
No nos debemos olvidar (Y no debemos permitir que
nadie olvide) que los medios hegemónicos siempre mintieron. Lo hicieron con
Irigoyen, basta recordar “que le imprimían un diario solo con buenas noticias
para tranquilizarlo”. Siguieron con el General Perón: Que era “abusador de
nenas del secundario”, que “era un tirano”, “un corrupto” “puto” y tantas cosas
más, todas por el estilo.
Y Arturo Íllia, por supuesto que no fue la
excepción: “tortuga”, “incapaz” y algunas otras lindeces parecidas.
Pero acaba de suceder que
ante una nueva denuncia por corrupción de Lanata, el Gobierno salió a
responderle. ¡¡¡Por fin!!!
Era hora que Cristina
tomara al toro por las astas. El muy corrupto afirmó luego en la reunión de
consorcio de TN que ellos "nunca dijeron que Cristina llevó dinero robado
al paraíso fiscal de las Islas Seychelles"
Me pregunto, si decís que
Cristina estuvo dos días en una escala no programada (según él) en un paraíso
fiscal, ¿qué cornos estás diciendo? Esta muy clarito.
Te tiran los elementos
para que todo el mundo se haga la película de los miles de millones robados que
en junio estaban en una bóveda en el Calafate, aunque en Enero ya los habían
llevado a las Seychelles. Parece que viajó hacia atrás en el tiempo la “yegua”.
Pero me pone muy contento
que se haya tomado la decisión de responder a las operaciones del grupo Clarín.
Por ahí veo yo hoy la sintonía fina. No seamos necios y reconozcamos que es
cosa muy factible que el silencio ante tantas denuncias puede ser interpretado,
por mucha gente, como un reconocimiento de que el operador mediático Lanata está
diciendo la verdad.
Tal vez moleste que se les de publicidad oficial a
Clarinación, pero es hora de profundizar la batalla cultural y confrontarlos
incluso en su propio terreno. Es mucha la credibilidad y el poder de
penetración que lograron construir a sangre y fuego, literalmente. Y muchas
mentiras también, por supuesto. Como los pollos de Mazzorín, para seguir dando
ejemplos.
Y esa credibilidad y ese poder de penetración que
tienen han dejado innumerables cabos sueltos, que deben ser presentados ante la
sociedad como lo que son: pruebas de que Clarín miente. Y se debe hacer con un
mensaje cortito y simple, que pueda ser leído desde un colectivo o un auto en
marcha.
El eje de campaña de Masa pasa por "no
confrontar", "dejar lo bueno" y "cambiar lo malo". La
innegable mejoría en lo económico experimentada en la última década, hace que
por ahí no puedan hacer nada. Entonces van a lo clásico de la derecha: "la
corrupción", "la inflación" y "la inseguridad"
También tienen la ventaja de que existe una desconfianza
casi diría que atávica, hacia la clase política en todos nosotros. Y es por ahí
que están horadando. Y no podemos negar que razones no faltan para esa
desconfianza.
La autocrítica es el punto de partida para
mejorar. Y eso está abundando hoy en la bloguería K. Pero creo que se va
acercando rápidamente el momento de comenzar a presentar propuestas. Yo ya
tengo la mía. Está en este link: http://afichesparalavictoria.blogspot.com.ar/2013/09/este-es-mi-pequeno-granito-de-arena.html
Simplemente son afiches, que intentan hablarle al
que está con el modelo, pero por sobre todas las cosas, tratan de llegarle al
que no es kirchnerista, recordando lo hecho, lo que quieren hacerle y lo que va
a hacer el gobierno.
Invito a visitarlo y difundirlo. Y a mejorarlos
por supuesto. Yo le tengo mucha fe a los afiches, son algo barato y los podes
desparramar, digamos 1 millón, por todo el país, que seguro al menos 10
personas lo verán a cada uno. Y como son temas que están en la agenda
clarinezca todos los días, pueden ser empleados con cierta asiduidad para
responderle a los biempensantes.
Ojalá que los vean desde la Rosada y los
implementen. Me juego a que le ganamos al de la ancha avenida. Humildemente hablando.
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