No creo que alguien se haya olvidado de la
“campaña del miedo” llevada a cabo por la militancia kirchnerista, algo que los
ahora en el Gobierno aprovecharon para seguir demonizándonos rabiosamente, tal su santa costumbre.
Fue en realidad una simple campaña de esclarecimiento, nada
que ver con lo que el biempiensamientismo se despachó al verse expuesto como lo
que verdaderamente son. Lo que debimos hacer fue una campaña del terror, aunque
no sé si hubiera alcanzado para ganar. Porque el tenor que ha tomado este
gobierno es de terror. Han demostrado
que son todos salidos del averno, hijos dilectos todos del demonio.
Son muchas las cosas de terror que ha hecho
este engendro de CEOS, pero hoy me quiero ocupar de algo que ha puesto muy
contento al ultramerdismo: los claros y contundentes insultos vomitados por el
Ministro de Hacienda, Prat Gay: trató de “grasa militante” a los despedidos por
este Gobierno del Estado, insulto que remató con “la basura no es nuestra y no
tenemos problema en sacarla”.
Creo que quedó claro: Los militantes son
una basura engrasada. Insulto y declaración de guerra. Pero primero lo primero.
Veamos lo que dice el DRAE sobre la palabra militante:
1) [persona] Que forma
parte de un grupo o una organización, especialmente de un partido político.
2) Que está
relacionado con la militancia o la adhesión a unas determinadas ideas o las
refleja.
"cultura
militante; respecto a ese tema, tiene una actitud militante"
Es muy claro el diccionario, toda
persona que defiende una idea, especialmente si es sobre política, es pasible
de ser llamado militante. Pero ahora caben algunas preguntas:
Cuándo defienden rabiosamente el
endeudamiento con el FMI, ¿que se creen que están haciendo?
Cuándo afirman rabiosamente que los
empleados del Estado son” ñoquis”, ¿que se creen que están haciendo?
Cuándo promocionan, defienden y
aplican rabiosamente el ajuste, ¿que se
creen que están haciendo?
Cuándo defienden y llevan a cabo
rabiosamente los despidos de miles de ciudadanos, ¿que se creen que están
haciendo?
Cuándo furiosamente acusan a Cristina
de “corrupta”, ¿que se creen que están haciendo?
Cuándo furiosamente acusan a Cristina
de haber matado a Nisman, ¿que se creen que están haciendo?
Cuándo nos llaman “choriplanero”,
“kk”, “negros de mierda” “bloguero pago” y otras linduras “cierra grietas” por
el estilo, ¿que se creen que están haciendo?
Están militando, malditos hipócritas.
Cuando Macri nombra a 2 jueces de la Corte Suprema de Justicia de
la Nación por DNU, es estar militando una forma corrupta de hacer política.
Podemos decir que bastante cercana a un dictadura
Cagarse burlonamente en el dictamen
de la Justicia que repuso a Sabatella en el AFSCA, es ser un militante también,
y no muy republicano precisamente.
Cuando un Presidente de la Nación les
dice a los que él mismo ha despedido que
“desea que encuentren un lugar para ser felices” les está diciendo “me cago en
ustedes”. Y que un Presidente diga eso es porque está militando el odio de
clase.
Son muy magros en honestidad y ética,
muchachos del PRO.
¿Sabatella es un “grasa” porque no
tardó ni un minuto en obedecer el dictamen de la Justicia que lo obligaba a
abandonar el AFSCA?
Resulta que han acusado hasta el
delirio a Nancy Dupláa y Pablo Echarri (Y a tantísimos más) de recibir dinero
del Gobierno de Cristina a cambio de apoyo y tengo que aceptar sin la más mínima
duda que son fanáticos de someter a un endeudamiento impagable al país con el
FMI a cambio de rezos por sus almas.
¿Recibir el 10% de coima por el endeudamiento a que
nos someten de por vida es ser “buena gente”?
Insultar llamando “grasa” a gente, seres humanos que simplemente dependen
de un salario para subsistir, es racismo. Y hacer declaraciones racistas es
militar al racismo.
Pasó que Macri rebajó impuestos “al
campo”, y lo hizo porque “lo votaron”, y nos tenemos que bancar que nos llamen
“militantes pagos” a nosotros, cuando está claro que los que han recibido un
dinero por votar han sido los campestres.
Se han pasado la vida estos
empresarios ahora en el gobierno evadiendo y fugando capitales, y ahora llaman
“grasa militante” a los empleados del Estado, cuando ellos han militado toda su
existencia el choreo de sus obligaciones para con la Nación.
Un empleado estatal solo cobra un
sueldo, que puede ser bajo, o alto, (si al biempensante así le parece) pero
estos tipos como Prat Gay le han robado de todas las formas posibles miles de
millones de dólares al país. ¿O acaso este magro, socio electoral de la
“progresista” Victoria Donda no está denunciado por las cuentas del HBSC en
Suiza? (¿Y dónde está la Donda?)
Un sideral yacimiento de hipocresía y
corrupción es el PRO. Y ellos mismo lo están haciendo visible.
Pero cada palabra dicha por estos
hipócritas no está dicha al azar, apunta a algo muy concreto.
Al demonizar la militancia política,
siendo ellos también militantes políticos, lo que está buscando es
desideologizar su relato, despolitizando a la gente, a la vez que imponen un
relato muy simple, pero extremadamente potente: ellos no hacen política, ellos
solo nos traen la “verdad revelada”. Por
lo tanto, ellos son los únicos veraces, los únicos seres humanos valiosos, lo
demás “es grasa”.
Peligrosísimo este relato si se llega
a imponer, ya que va a terminar en un derramamiento de sangre, porque, ¿Qué
otra cosa se puede hacer con “los grasas”, con “la basura militante”?
PD: Una curiosidad, ¿Qué medida del
gobierno de Macri puede ser considerada cristiana?
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