Sin ninguna duda la “campaña del miedo” se fue cumpliendo en
su totalidad. Aunque es evidente que nos hemos quedado cortos. La cosa es mucho
más grave de lo que planteamos.
Veamos. La fecha exacta en donde se empezó a cumplir lo que
dijimos está clara, el 10 de diciembre del 2015, y su mortal agravamiento se
dio a partir del 1 de abril de 2017
(1A), día en que se llevó cabo una manifestación “apolítica” para “defender la
democracia” convocada soto voce por el macrismo, soto voce que se les terminó
al ver que “la gente” se había manifestado en “defensa de la democracia”
Humildad sin límite la del PRO. Apenas unas 25.000 personas
(“la verdadera gente”) se dieron cita en ese día parte aguas. Pero porque no
quiero entrar en discusiones inútiles, no dudo en darles la derecha y que le
pongan la cantidad que se les antoje a los biempensantes. Aceptemos que fueron
250.000 los asistentes a la “verdadera movilización”
Igualmente se cuidaron, tanto desde el macrismo como desde
los medios oficialistas de mostrar una vista aérea del 1A como de hablar de los
2 millones que se movilizaron durante marzo en una contundente muestra de
oposición a las políticas del cambio. Del cambio para mucho peor, digamos.
Y digo mortal agravamiento ya que a esa “verdadera manifestación”
que fue la del 1A debemos agregarle la compra por parte de la lacra gobernante
de armamento por valor de 2000 millones de dólares a, por supuesto, EEUU. Con
la excusa, claro, “para combatir al terrorismo y el narco tráfico”
Pero resulta que el
armamento comprado es en su inmensa mayoría armamento del denominado COIN.
Digámoslo con todas las letras: Contra insurgencia. Mejor aún: para represión
interna. Me parece que al 1A lo estaban
preparando desde un tiempito antes. Y no es lo único, por supuesto.
El gato al día siguiente pronunció una frase que es muy cara
a los sentimientos racistas y de clase de nuestra burguesía biempensante: “…y
fue sin colectivos y sin choripan”
Nos dejó en claro, a propios y extraños, que la grieta no
será cerrada, todo lo contrario, están previendo, ya sea acertadamente o no,
que van a necesitar armarse para enfrentar a los “choriplaneros y corruptos k”.
Espero que nadie esté, dentro del progresismo pensando en nada que ni siquiera se
le parezca lejanamente a agarrar aunque más no sea un vulgar palo.
A pesar de las virulentas provocaciones que se vinieron
dando desde el mismo momento en que Prat Gay dijo la emblemática frase de “la
grasa militante”. Y esas provocaciones, que al mismo tiempo contienen una
profunda demonización de todo lo kirchnerista en particular y de lo popular en
general no debe hacer apartar del camino democrático a nadie.
La represión en este corrupto gobierno comenzó a darse casi
desde el mismo momento de su asunción, pero creo que se puede hablar de que su
descarada institucionalización y defensa se comenzaron a dar con la represión
de la marcha docente cuando estaban instalando la nueva carpa blanca.
A partir de ahí se sacaron la careta. Mostraron su
monstruoso rostro. El diálogo que mantuvieron una dirigente docente con los
“periodistas” Willy Kohan y Marcelo Longobardi, en donde ambos operadores
políticos del macrismo afirmaron que todos los que fueron reprimidos eran
“gente con antecedentes delictivos, tal como todos pudimos ver”.
¿Demonización? Claro que sí. ¿Y para qué? Está claro que no
lo sé, pero no es muy difícil adivinar que no se demoniza a nadie para luego
decirle te amo.
La punta del ovillo la dio el mismo gobierno desde Nueva
York, desde donde nos anoticiaron que el ajuste vendrá recién después de
Octubre, “aunque no brutalmente”. Y el
ajuste parece que no va a cerrar repartiendo globos amarillos.
Últimamente los biempensantes tienen un latiguillo al que
usan miles de veces diariamente (a los trolls me refiero) y es el “no vuelven más”, que puede ser una profunda
expresión de deseos, pero también puede ser otra cosa. Y esa otra cosa no es
muy buena, si nos atenemos a lo que se
escuchó durante la “verdadera movilización” del 1A.
Y hechos que prueban lo que digo es lo que sobran en esta “revolución de la
alegría”. Podemos recordar la gigante indignación biempensante que se
desparramó a lo largo y ancho del país cuando el escrache que docentes le
hicieron a la gobernadora Vidal delante de la entrada a su residencia, que
están dentro de la base aérea de Morón.
“Con los chicos no” fue el lema impuesto debido a que la
gobernadora estaba en esos momentos con su hijos en la vivienda. Los docentes
se limitaron a hacer notar su descontento con la peor corrupta de nuestra
historia disfrazada de Heidi y luego se retiraron.
Algo que no pasó en el escrache que le hicieron a la
Gobernadora Alicia Kirchner, a la que le rompieron los vidrios a piedrazos
además de que intentaron entrar. Y en la casa solo estaban 4 mujeres y una beba
de 18 meses. ¿Y la indignación
biempensante? Desaparecida de los lugares que suele frecuentar.
Y claro que fueron reprimidos. Con balas de goma. Pero por
supuesto, son balas de goma k, goma mala. Y está claro que no hay nadie preso.
Si Milagro Sala está presa por insultar a un entonces diputado, ¿qué se puede
hacer con quienes insultaron, rompieron vidrios e intentaron meterse en una
propiedad privada?
¿No será que la lacra de este país no es precisamente el
kirchnerismo?
Para mas data sobre Santa Cruz:
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