La frase del título la
hemos escuchado creo que millones de veces, a la vez que la tenemos metida en
nuestras cabecitas desde la panza de nuestras madres. Desde tiempos
inmemoriales el éxito es solo considerado tal si se ha logrado acumular una
cantidad de riqueza que alcance al menos para vivir sin trabajar.
Y si esa riqueza se
consigue a la par de una cuota de poder, mejor todavía. Aunque la verdad es que
la riqueza siempre está asociada a tener poder. Salvo el Mahatma Gandhi me parece
que no ha existido ningún otro pobre con poder.
Y es porque es imposible
conseguir poder trabajando 8 horas todos los días en una fábrica como obrero.
Poder y riqueza, por supuesto. Y en el tema de la riqueza está el eje de la
cuestión.
No cabe duda que tener
riqueza es tener poder. No se consigue todo el poder, pero sí se consigue ser
parte del círculo del poder real.
Ahora, ¿Por qué un obrero
no puede conseguir riqueza y poder? ¿Qué lo impide? ¿Incapacidad para los
negocios? Puede ser. ¿Incapacidad para el sacrificio? No lo creo, ya que
trabajar toda una vida en una fábrica es un verdadero sacrificio. ¿O no?
Pero sin embargo, 40 o
más años de trabajo en relación de dependencia no terminan en riqueza. Y sí
termina, en el caso de Argentina, en una jubilación bastante escuálida, que se
está haciendo cada día más miserable bajo el gobierno de Macri. Nunca la
jubilación en nuestro país fue algo bueno, pero durante el Gobierno de Cristina
tenían dos aumentos anuales acumulativos que siempre estaban dos o tres puntos
por encima de la inflación, con cualquier medición que se tomara.
Además de un descuento
del 70% en medicamentos con el agregado de una cartilla muy completa de
remedios de alto precio y estrictamente necesarios para no morirse
absolutamente gratis. Cartilla que este gobierno de “exitosos empresarios” ha
disminuido a la mitad.
En muchos casos, un
obrero cuando llega a la edad de jubilarse tiene sobre sus espaldas 50 años de
trabajo, tal como es mi caso, ya que empecé a trabajar a los 15 años. Y en su
inmensa mayoría llega con muy poco dinero ahorrado, teniendo que seguir
trabajando, como también es mi caso al menos mientras pueda, o resignarse a
vivir comiendo arroz todo los días.
En cambio, quienes fueron
los empleadores de esos millones de jubilados sí llegan a retirarse con la
capacidad de poder vivir sin trabajar en un nivel de clase muy alta. ¿Y porque
es así?
Me dirán seguramente que
es porque el obrero es un vago e inútil que no hizo nada para asegurarse su
porvenir.
Siniestra mentira.
¿Existe algo en este
mundo que no haya pasado por las manos de un obrero? Toda la riqueza que se
produjo, se produce y se producirá pasó, pasa y pasará por las manos de un
obrero.
Entonces queda claro que
el obrero llega a cobrar una jubilación de miseria por otras cuestiones que no
son precisamente el “ser un vago o un inútil para los negocios”.
La primer anatema que nos refriegan desde la derecha es el
“anda a trabajar, vago” ¿no? ¿Y para que nos mandan a hacer algo que nos
convierte en unos vagos, inútiles y jubilados enfermos y muertos de hambre?
¿Por qué no nos prestan el dinero para instalar una empresa o una cooperativa?
¿No será que el trabajo
del obrero es muchísimo más importante de lo que los “exitosos empresarios” y
sus alcahuetes están dispuestos a aceptar?
Nos han acomodado el
cerebro con esa “verdad revelada” de que la parte del león de lo producido por
una empresa debe ser para su dueño, dado que el trabajo es “un costo más”, un
“costo más” que cuando hace huelga lo primero que lloran es que esa huelga o
paro genera “cuantiosas pérdidas”.
¿Así que un día de paro
genera “cuantiosas pérdidas”? Miren ustedes. ¿Y que generó 50 años de trabajo
de los centenares de millones de obreros del mundo? ¿Quieren saberlo?
Generó toda la riqueza
que hay sobre la faz de la tierra. ¿Casi nada, no?
El problema no reside en
“la inutilidad del obrero” si no en que esa riqueza está muy mal repartida.
Recientemente el
kirchnerista Fondo Monetario Internacional (IMF por su sigla en inglés) emitió
una circular recomendando a los países miembros cobrarles más impuestos a los
poco mas de 1000 ultra mega súper millonarios que en su conjunto disponen de un
efectivo de 27 BILLONES DE DÓLARES en guaridas fiscales.
27 millones de millones. De
dólares. Casi nada. Ahí está la razón por la cual un obrero o un jubilado
cobran lo que cobran.
A esa masa de dinero hay
que agregarle la otra masa que tienen los que disponen menos de los 30 millones
de dólares como fortuna personal fijados por el FMI como base mínima para
considerarlos como muy ricos, lo que suma más de otro tanto. En total se
calcula que hay unos 20 TRILLONES de dólares en efectivo escondidos o
depositados en guaridas y bancos alrededor del mundo. ¿Bastante, no?
Pero uno de esos
“luchadores por la pobreza cero” tiene a 5 millones de jubilados ganando 390
dólares por mes. Argentina actual, no la de Cristina.
La riqueza para pagar
sueldos y jubilaciones dignos está. Lo que no está es la calidad moral y la
honestidad necesaria para hacerlo. Y esa ausencia de valores éticos no se está
dando precisamente en la clase obrera. Panamá Papers demonstrated.
Volviendo a lo que
propone el FMI, ¿qué tiene de ético esconder la riqueza para no pagar los
impuestos? Impuestos que son a más de obligatorios absolutamente necesarios
para la existencia de una nación, nación que de no existir no podría ningún
empresario hacerse millonario. ¿O realmente se creen que son empresarios ricos
solamente por sus méritos?
Esa masa de dinero
escondida debería haber tributado al menos el 30%. ¿No era que los impuestos
son muy altos y por lo tanto “no ganan”?
Esa tributación haría posible
que ingresaran a la economía productiva como mínimo la suma de 810.000.000.000
de dólares. ¿Cuántos jardines, queridos biempensantes se podrían hacer en el
planeta con esa platita? ¿Cuántas rutas, hospitales, fábricas y cooperativas de
producción se podrían agregar a lo que ya existe con esos dos PBI argentinos?
La masa total de dinero
en los bancos alcanza para darle un préstamo de 50.000 dólares a cada uno de
los laburantes para que se instale una pyme. Al menos para aquel que lo quiera.
Pero no lo hacen. Culpa de Cristina, seguro, ¿no?
La increíblemente baja y
demoníaca catadura moral de los exitosos empresarios la podemos ver en un
detalle muy simple: ¿Por qué no orientan hacia lo productivo esa sideral masa
de dinero? ¿O acaso ahora no están en el gobierno en todo el mundo? El
populismo esta derrotado, “no vuelve más”, ¿Por qué entonces no traen a la
Argentina sus fortunas escondidas en guaridas fiscales? ¿O acaso no hay un
“buen gobierno, buenas políticas
económicas y honestidad y transparencia”?
¿Qué esperan entonces?
¿No confían en ellos mismos ni en sus propias políticas?
A confesión de parte… “Aranguren a un periodista: ''Usted
confía más en Argentina que yo''
El ministro de Energía
y Minería admitió por qué tiene sus ahorros en una cuenta en el exterior y
cometió un sincericidio al responder por qué no repatría esos fondos.”
"Sigo teniendo mi dinero
afuera. A medida que recuperemos la confianza en la Argentina regresaremos el
dinero", dijo el ministro de Energía y Minería.”
No paguen impuestos, si tanto les duele, basuras, pero
pongan esa plata en créditos blandos para la instalación de fábricas y
cooperativas a lo largo y ancho del mundo, mil carajos!!!
No lo hacen no porque no
se pueda, no lo hacen porque son inmensísimas basuras, que además de avaros
tienen sus almas y corazones llenos de un odio racial y de clases del que por
más que hagamos el mayor esfuerzo no podemos ver en su total dimensión.
Ahí reside la causa de la
pobreza y los sueldos y jubilaciones de miseria. Sueldos y jubilaciones que en
la Argentina de Macri están a la baja, tal como lo prueban las paritarias con
techo del 15% y el reciente robo a los jubilados con el nuevo sistema de
aumentos jubilatorios.
Queridos biempensantes,
los problemas de la economía del mundo no los generan los laburantes, ni
Cristina, ni Chaves, ni Maduro, ni Lula, ni Evo, ni Correa, si no que los
generan los “exitosos empresarios” y su insaciable corrupción y avaricia. Los
hechos así lo prueban.
¿Realmente piensan,
queridos y “exitosos empresarios” que es haberle dado un buen sentido a la vida
este que está impuesto en todo el mundo? Sostengo que hay al menos uno mejor:
Mitad de la plusvalía para el trabajador y mitad para el empresario. Y ahí sí
vamos a tener POBREZA CERO.
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