Nuevamente, tengo el orgullo y la alegría de contar con la
colaboración de la joven militancia Nacional y Popular a través de Daniel Tilca,
un militante de aquéllos, de tan solo 15 años. Esta vez, el tema es YPF. Casi
nada. Invito a leerlo.
La importancia de una YPF nacional
Desde ya conocemos la relevancia que tiene el petróleo en el
mundo, y más en sociedades capitalistas. La actual nacionalización de YPF nos brinda
soberanía sobre nuestros recursos, nos permite que la petrolera funcione de
acuerdo a los objetivos de crecimiento en nuestro país y no como quiere una
empresa española, la cual ganó muchísimo e invirtió casi nada, obligando que
importemos combustible por casi 10.000 millones de dólares.
YPF Sociedad del Estado surge a comienzos del siglo XX. En
1922 el general Enrique Mosconi fue nombrado director general de la firma,
permaneciendo en el cargo durante 8 años.
Ha sido un hombre clave en lo que fue el aumento de las
exploraciones y el desarrollo de la extracción de petróleo. En la época de los
gobiernos de Juan Domingo Perón, se llegó a un crecimiento de la producción de
más del 160% y un gran aumento del capital de la empresa (que empezó con 8
millones de pesos).
Luego, a partir de 1989 con Ménem de presidente, comenzaron
a darse grandes cambios. El primero fue el cambio del tipo societario de
Yacimientos Petrolíferos Fiscales, de Sociedad del Estado a Sociedad Anónima.
A partir de allí, se vendieron cada vez más acciones a
Repsol y al grupo Petersen, hasta 1999 cuando se vendieron las “acciones de
oro”, dejándole al Estado tan sólo el 0,02%, que prácticamente no tenía
ingerencia en las decisiones de la empresa.
Así llegamos al año 2011, en el cual se calcula que YPF
controla aproximadamente el 32% de la producción de hidrocarburos y el 23% de
gas.
Desde 2003, YPF fue aumentando año tras año sus ventas
gracias al aumento de precios, llegando a más de 13.000 millones de dólares en
el año pasado. Pero, su cantidad de reservas y producción de petróleo y gas, se
redujeron abruptamente.
¿Esto qué demuestra? Tal como decía el viceministro de
Economía, Axel Kicillof, “le han exprimido hasta la última gota”. Aprovecharon
para llenarse los bolsillos, y luego irse, muy parecido a lo sucedido con
Aerolíneas Argentinas.
El saldo comercial de la venta de combustibles fue creciendo
hasta el año 2006, llegando a US$ 6.000 millones. A partir de aquél año, inició
el descenso, teniendo en 2011 un saldo deficitario de -US$ 3.029 millones.
Las reservas de petróleo se redujeron de 1343 en el año 2001 a 666 en 2011. Si
observamos las ventas de YPF, veremos un gran crecimiento: en 2003 se ubicaban
en US$ 5847, y en 2011 alcanzaron los US$ 13.730.
Un claro manifiesto del aprovechamiento de Repsol, que no
estuvo nada interesada en invertir, su único interés era obtener ganancias a
corto plazo hasta vaciar la empresa.
El anuncio dado por nuestra Presidenta, forma parte del
conjunto de las políticas inclusivas y de desarrollo comenzadas en 2003 por
Néstor Kirchner.
Recuperar YPF significa que los argentinos podamos decidir
que hacer con nuestros recursos, que no nos impongan las decisiones desde el
exterior. Es una de las tantas maneras de poder articular una política
nacional.
Tener el control sobre nuestros recursos naturales es algo
sumamente necesario para poder acompañar el crecimiento del país.
Es el momento ideal para que YPF vuelva a ser argentina.
Creo que estamos en un momento histórico, tal como lo fueron la estatización de
Aerolíneas, la creación de la ley de Medios, el voto femenino, etc.
La nacionalización es una transformación profunda en la
recuperación de la soberanía nacional. Este hecho es la apertura de la tercera
gestión kirchnerista y remarca el rumbo que tomaremos como país.
Para
finalizar, quiero citar al compañero Juan Miguel Gómez, nuestro dirigente
nacional de JP Descamisados: “Dejen de preocuparse por lo que hicimos y de
dónde venimos y empiecen a preocuparse por lo que vamos a hacer y hacia
donde queremos ir”.
Por Daniel Tilca
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