Recientemente, para no variar su costumbre, La
Nación, (en este caso de manera editorial, o sea, publicado como posición
oficial de la empresa) nos ha hecho conocer un escrito acusador en contra del
Gobierno titulado “1933”. En el mismo, establece que entre el nazismo y el
kirchnerismo hay una correspondencia. Son la misma cosa, bah.
¿Lo dirán porque ellos saludaron alborozados el
ascenso de Hitler al poder? De todos modos, nos aclaran que, en realidad,
estamos en una etapa preparatoria de tal fenómeno.
Es necesario precisar que esta acusación está
inscripta en una multitud inmensa de acusaciones al kirchnerismo, muchas de las cuales versaron sobre que este
es un Gobierno “chavista”, “fascista”, “marxista”, en fin, Cristina ha
recorrido todos los ismos que pueda haber por ahí.
Hay una coincidencia total en los sectores
progresistas en cuanto a que acusar de nazi a este Gobierno o cualquier otro es
algo que, básicamente, lo que consigue es banalizar el Holocausto, algo muy
grave por cierto. Pero tengo la impresión de que amplios sectores en nuestro país se prenden
como abrojo a cualquier acusación que se le aplique al kirchnerismo.
No obstante, por el hecho de ser muy mal pensado con
respecto a la oposición, también considero que hay muchos que a sabiendas de
que el kirchnerismo está a millones de años luz del nazismo, aceptan esa
comparación como verdadera. Y lo que
realmente es verdadera es la gran
capacidad de operar que tienen los medios opositores y hegemónicos de la
Argentina, por eso imagino que no estaría de más recordar un poco ciertas
características que tuvo el nazismo. (Algo que la nota editorial de La Nación
hace también)
Carrió dixit: “Hitler también ganó las elecciones”
Traducción: “Cristina gana las elecciones, por ende, es igual a Hitler”. Sin
embargo, esto no fue así, ya que el monstruo en las elecciones presidenciales
de 1932 pierde por más de 16 puntos porcentuales detrás de Hindenburg.
Luego, en las elecciones parlamentarias de ese mismo
año, si bien el partido nazi se transforma en la primera fuerza del Parlamento,
no logra la mayoría para poder gobernar, reclamando Hitler la Cancillería para
él.
Nuevamente se celebran elecciones, las terceras en
1932, en la que el nazismo continuó siendo la primera fuerza política, pero
perdiendo muchos votos, y con Hitler
continuando con la exigencia de que la cancillería le correspondía a él.
Recién el 30 de Enero de 1933, después de sucesivos
fracasos y componendas políticas, el rey del mal es nombrado Canciller. Un
detalle más que significativo: durante su gobierno, muchos de los que lo
ayudaron en su ascenso al poder, fueron ejecutados, confinados en campos de
concentración, o huyendo como pudieron al exterior para salvar sus vidas.
Seguimos con los detalles: A causa del incendio del
Reichstag, Hitler emitió un decreto, llamado del “Incendio del Reichstag”,
“para proteger los documentos culturales alemanes” pero que en realidad
eliminaba la Libertad de Expresión, la Propiedad Privada, la Libertad de
Prensa, la Inviolabilidad del Domicilio, de la Correspondencia y las
conversaciones telefónicas, así como la Libertad de Reunión y Asociación.
Con un broche de oro: el gobierno nacional podía
intervenir cualquier gobierno regional. ¿Y qué pasó entonces? Se
intensificó la persecución nazi: todos los dirigentes comunistas fueron
enviados a campos de concentración. Campos de concentración, ¿se entiende? No a
pasearse por las radios opositoras, (que
ya no había) a acusar a Hitler de dictador. A campos de concentración.
Otro pequeño detalle: el 5 de Marzo de 1933 se
celebraron en Alemania LAS ÚLTIMAS ELECCIONES DEMOCRÁTICAS bajo el gobierno del
monstruoso nazismo. Pero a pesar de la fenomenal campaña proselitista y el
encarcelamiento de líderes opositores, el nazismo logra llegar apenas al 44% de
los escaños.
Para dejar aun más claro el “espíritu democrático” de
esta, digamos, gente, se ordena el
arresto de todos los diputados comunistas y varios socialdemócratas, con lo
cual mejoran su posición en el
Parlamento para poder llevar a cabo su “revolución nacional”.
El 23 de Marzo de 1933, Hitler logra hacer aprobar
por el Parlamento, lo que se conoció
como la Ley Habilitante, con la cual, por un período de 4 años, se arrogaba
todos los poderes del Poder Legislativo. Todos los poderes. Incluso, el de
dictar leyes por encima de la Constitución.
Siguiente paso: (de un cinismo e hipocresía nunca
alcanzados por nadie) Ir por los sindicatos. Y de la siguiente manera:
Restablece el 1º de Mayo como día festivo de la clase trabajadora, hablando el
criminal ante una concentración de más de 100.000 trabajadores en donde les
promete “honor, trabajo y respeto para el trabajador”.
Y al día siguiente, el 2 de Mayo todos los
sindicatos fueron disueltos y sus dirigentes puestos bajo “custodia
protectora”. En un campo de concentración, por supuesto. Hasta a los sindicatos
católicos les toco el honor de ser “protegidos”. Y lo aclaro por las dudas, las
huelgas fueron prohibidas.
Bueno, los partidos políticos no tuvieron mejor
suerte, solo que en vez de convertirse
en “protegidos” “optaron” por disolverse
“voluntariamente”. Todos.
Ante esa “voluntaria” retirada en masa de dirigentes
políticos, a Hitler no le quedó más remedio, a la muerte de Hindenburg, que
autonombrarse Führer. Y su régimen, se caracterizó por la
diferenciación racial, la supremacía aria y la persecución étnico-religiosa y
política.
Con la Noche de los Cuchillos Largos inició la
concreción de su “sueño” más preciado: la eliminación de grupos raciales,
políticos sociales y religiosos que fueron considerados “enemigos de Alemania”
y “razas impuras”. Toda gente que fue “protegida” en campos de concentración. Y
el rearme, por supuesto. Rearme que terminó en la muerte de 60 millones de
personas.
¿Algo de esto ha hecho el kirchnerismo? Considero
que aquel que diga que sí, está mirando otro país, sin duda.
Kirchnerismo: Podemos empezar por el hecho de cómo
llegó Cristina al poder: ganando elecciones transparentes y con los derechos de
todos los ciudadanos y partidos políticos respetados a rajatabla. Y continuar
con la actitud tomada por el kirchnerismo con respecto a las protestas sociales,
que no han sido reprimidas para nada, o con la apertura, durante el Gobierno de
Néstor, de las paritarias, que significa, entre otras cosas, el reconocimiento
a la libre existencia de los sindicatos.
Seguramente nos hablaran de la Ley de Medios como el
intento del Gobierno de silenciar, hitlerianamente, a las voces opositoras,
argumento que se cae irremediablemente con el artículo que establece que el
espectro radioeléctrico (No los medios gráficos) debe dividirse en tercios: 33%
para el lucro, 33% para el Estado y 33% para las ONG. Más democrático
imposible.
Cuestión esta reforzada con la eliminación de las
Calumnias e Injurias como delitos del Código Penal en caso de interés público,
medida por la cual ningún periodista podrá ser sometido a juicio por acusar a
un funcionario.
Podemos hablar del Matrimonio Igualitario, algo que
establece una diferencia insalvable entre nazismo y kirchnerismo, ya que
incluye como sujetos de todo Derecho a los tradicionales caballitos de batalla
de todos los racistas y discriminadores: la comunidad gay.
A todo esto debemos sumar la harto repetida
situación de proferir todo tipo de acusaciones e insultos hacia Cristina, sus
funcionarios y los que los apoyamos, algo que de llevarse a cabo en la Alemania
de Hitler era sinónimo de muerte o campo
de concentración. Por caso, podemos poner las “respetuosas” tapas de Cristina
gozando y la muy reciente sobre “Cristina enojada” de la “revista” Noticias.
Pero el tema que les disparó la “existencia de la
similitud” es sin duda el programa “Mirar para cuidar” en el que están llamados
a participar todos, con especial énfasis en los jóvenes para controlar que se
respete el congelamiento de precios. Según el “objetivo” análisis de La Nación
y varios más, esto es nazismo y de la mano de “juventudes hitlerianas”
autóctonas.
Las juventudes hitlerianas actuaron en un contexto
absolutamente dictatorial con el objetivo de anular, a como fuera, todo conato
de oposición. Asociar a un grupo de muchachos militantes que buscan que se cumpla
el convenio de precios entre el gobierno y los empresarios de alimentos con grupos de
represión asesina es dejar en claro que se cuenta con una muy frondosa
imaginación, cuando menos.
Imagínense a un oligopolio mediático diciendo que
Hitler estaba medicado o era un
corrupto, o mostrarlo en tapa teniendo un orgasmo. Si por el simple hecho de
ser judío, Testigo de Jehová o gitano te mataban, ¿qué les podría haber pasado
a los Morales Solá, a los Lanata o los Leuco?
Que haya jueces
que otorguen cautelares al por mayor en contra de leyes promovidas por el Poder
Ejecutivo y aprobadas por la Legislatura es la prueba contundente de que
estamos en el más contundente de los Estados de Derecho, sin posibilidad alguna
de hablar de “pre-nazismo o nazismo”.
Estamos gobernados por una Presidenta que hace de la
inclusión y la igualdad de derechos el eje de su accionar. Igualdad, no la ley
del más fuerte. Y no hay autoritarismo en la igualdad ¿En qué momento el
nazismo preconizó la igualdad? ¿En qué momento La Nación consideró al obrero o al pobre en general como sujeto de derecho?
Como es muy fácil advertir, la similitud del
kirchnerismo con el nazismo es absolutamente inexistente, por ser
organizaciones de matriz decididamente opuestas. Se puede no estar de acuerdo
con el kirchnerismo, pero el nacional-socialismo es la coronación universal del
mal, algo que excede por muchísimo a cualquier desacuerdo o errores que el
Gobierno pueda tener.
Los ajustes que tanto defienden en Argentina Clarín,
La Nación, Macri y tantos otros, ¿son promotores de igualdad? ¿Las políticas
neoliberales defendidas por la derecha no promueven la supremacía del más
fuerte? Qué casualidad, el nazismo también.
Repito, las diferencias son insalvables, como son insalvables
las almas de estos acusadores. Cualquiera puede opinar y decir las barbaridades
que se le ocurran sobre este Gobierno sin que le pase absolutamente nada. Pero
están buscando algo con esas acusaciones.
Y no tiene nada de bueno lo que buscan con esa “similitud”.
Link recomendado: http://www.diarioregistrado.com/politica/74943-la-verdad-sobre-la-victoria-electoral-de-hitler.html
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