Como todos sabemos, la “revolución de la
alegría” lo primero que hizo fue comenzar a despedir gente del Estado, bajo la
demonización de que son “ñoquis”.
Y repito, bajo el rótulo de que son
demonios, que son los culpables de todo lo malo que un país puede estar
padeciendo. Como en tantos otros temas, la prensa furiosamente anti k, hoy
furiosa ultra macrista, han tenido un gran éxito en imponer en la mayor parte de la sociedad tal cosa como
“verdad revelada”
Es muy poco lo que hemos podido hacer desde
la militancia por evitar esa profunda maldad del poder real, ya que la falta de
calidad comunicacional en el kirchnerismo viene dada desde el mismo Gobierno de
la chica que nos gusta (MAK dixit).
No supo el kirchnerismo comunicar adecuadamente
sus logros y realizaciones. Ante la cadena nacional ultra anti k de 24 horas,
los 365 días del año, la única posibilidad que se tenía de revertir, al menos
en parte, la demonización de todo lo hecho por el Gobierno era aplicar
contundentes, y me atrevo en el colmo de mi ignorancia a decir, geniales
políticas comunicacionales.
Ya está entronizado en la sociedad que todo
aquel que trabaja en el Estado “es un ñoqui”, es alguien que entro como pago
por favores realizados a algún puntero o dirigente kirchnerista. Poco o nada
podemos hacer desde la militancia, mas allá de insistir en buscar los hechos
que demuestren que esa gente estaba en el Estado haciendo una tarea, como por
ejemplo, cuando ibas a sacar el DNI el trámite era de apenas 15 minutos.
Y eso no se logró con “ñoquis” si no con
gente que cumplía una tarea a conciencia. Y sostengo que en todas las reparticiones estatales pasaba lo
mismo.
Pero propongo un juego, un supuesto.
Aceptemos que son ñoquis. Y busquemos comparar el daño que puede realizar un
ñoqui con el que puede realizar un Gobierno. Mas precisamente el Gobierno de
Macri. Y no es caprichoso que elija a Macri: es su Gobierno el que ha
demonizado a los trabajadores que desde el Estado han hecho posible que un
trámite en una oficina oficial sea algo rápido y bien hecho.
Baste recordar el viejo chiste del
esqueleto sentado en una sala de espera estatal. Pero, ojo, solo hablo del
supuesto de la existencia de los “ñoquis”.
¿De cuantos “ñoquis” tendríamos que
ponernos a hablar? ¿De todos los empleados que hay en el Estado? Me parece que
es una locura pensar eso. Está bien que han podido imponer su tesitura los
biempensantes ultra macristas, pero no lo puedo considerar ni siquiera en un
supuesto.
Clarín en una nota editorial le pidió a
Macri el despido de 500.000 estatales. O sea, según el medio más “objetivo,
veraz e independiente” del universo, esa sería la cantidad de “ñoquis” en el
Estado Argentino.
Pongamos un promedio de $ 12.000 mensuales
de sueldo. Con esa cifra llegamos a 4800 millones de dólares anuales “gastados”
(invertidos en realidad) en salarios. Esta cifra prorrateada entre la población
activa del todo el país da 160 dólares anuales por cabeza. Nada.
Y a esta cifra “gastada” por el
kirchnerismo en sueldos de “ñoquis” la debemos poner en contexto. No es dinero
que se vaya por la canaleta de la especulación financiera ni fuga de divisas,
si no que es dinero que va al mercado interno, va al supermercado, a la tienda,
a las vacaciones en el país. Mueve el círculo virtuoso. “Calienta la economía”,
según los biempensantes.
Ahora veamos un poco lo que hacen “los
buenos”. Deuda externa. ¿Les suena? En apenas dos meses, Macri sacó un préstamo
de 5.000 millones con un grupo de bancos. A la deuda intra Estado, estos es,
deuda entre reparticiones estatales en pesos, la convirtió en deuda externa en
dólares de otros 5.000 millones. Ya van 10.000 millones.
Ahora han pedido otro préstamo de 15.000
millones para pagarles a los buitres. 60 días de gobierno y 25.000 millones de
dólares de deuda externa. Ya nos enchufaron 800 dólares per cápita de deuda
externa. En dos meses. ¿Está claro en donde está el demonio? Encima son 800
dólares que se van para afuera, que no se gastan en el mercado interno.
Y no es todo. Resulta que el kirchnerismo
tuvo que pagar en sus 12 años de Gobierno 180.000 millones de dólares en deuda
externa. Deuda externa no contraída por el kirchnerismo, si no por los que
ahora están en el Gobierno o que promocionaron o apoyaron el endeudamiento de
los 90 o en la dictadura genocida y chorra de Videla y el empresariado.
Estamos hablando de 5800 dólares pagados per
cápita. Que se llevaron desde el imperio. O los países centrales. O el primer
mundo. O el mundo. Elija el biempensante la definición que más le guste. Se
aceptan sugerencias.
Y no dicen nada. No los veo ponerse
furiosos por esas más de cinco lucas verdes. Pero sí los enfurecen los 160
dólares que nos “cuestan los ñoquis”. Como también los enfurece los 10 dólares
por cabeza del déficit de Aerolíneas Argentinas.
Tampoco se enojaron cuando Macri les
transfirió 120.000 millones de pesos a través de la quita y rebaja de impuestos
y retenciones “al campo”. Patronales agropecuarias en realidad.
Creo que está claro que aunque fuera cierto
que “son todos ñoquis”, eso no afecta de ninguna manera a las cuentas estatales,
ya que es dinero que el Estado pone en circulación en el mercado interno,
mercado interno que fortalece el consumo y aumenta el PBI, lo que le permite a
ese estado aumentar la recaudación impositiva. Sencillito sentido común.
Sentido común muy inteligentemente tapado
por la “objetiva, veraz e independiente” cadena nacional ultra macrista de
Clarín y asociados.
Y no es todo. La evasión en argentina llega
al 20% del PBI (por lo bajo) lo que nos lleva a hablar de 100.000 millones de
dólares ANUALES. O sea que el empresariado, los grandes comerciantes y
profesionales se roban 100.000 millones de dólares por año entre evasión y fuga
pero se ponen furiosos porque el Estado gasta en mantener la economía en marcha
4800 millones. ¡Apenas el 5% de lo que se roban! Considero que es muy fácil
advertir que “los ñoquis” no son el problema, el problema es el odio de clase y
el racismo de Macri y de quienes lo apoyan.
Echan gente porque eso es parte de su
ideología, ideología que lleva a un 25% de desocupación y un 50% de pobreza. El
mundo y la vida digno solo son para “los mejores”, y los mejores son ellos, los
que echan gente y odian a los pobres.
Y encima se dicen cristianos. Por favor.
Cristo dijo “Dad de comer al hambriento y de beber al sediento”
¿Qué es más cristiano entonces, echar o
tomar gente en el Estado? Darle un puesto a un ser humano que es un pobre, en
el Estado, no es “meter ñoquis” si no que, además de ser una necesidad operativa
para así poder dar un servicio eficiente, es cumplir con una máxima rebosante
de amor de Jesús, y que hace que los comercios tengan más clientes a quien
venderles.
4800 millones de dólares por año puestos a
circular en el país es mucho dinero que genera mucho trabajo. No es “gasto”, es
inversión. Es amor por los pobres. Tal como lo pide Jesús, de quien su
representante en la Tierra le acaba de dejar en claro a Macri lo que piensa de
su “modernización del Estado”.
Echar gente del Estado no es “echar ñoquis”
ni “modernizarlo”, es una gigantesca transferencia de riqueza hacia las capas
altas de la sociedad que sale de un gigantesco odio de clase y racismo. Algo
absolutamente anticristiano. El pobre debe ser protegido, es un mandato claro
de Jesús, y darle trabajo que genere movimiento económico en el país es una muy buena manera de hacerlo.
El pobre debe ser el eje en cualquier
sentido que se le quiera dar a la vida o al Estado. El Cristo fue muy claro en
esto, cuando a un joven rico le dijo: “Vende todas las cosas
que tienes y distribuye entre los pobres, y tendrás tesoro en los cielos; y
ven, sé mi seguidor” (Lucas 18:22, 23).
La riqueza debe ser distribuida entre los
pobres. Un empleo en el Estado es una muy buena forma de hacerlo.
Más allá de lo que crea cada uno, lo ético, lo
moral, lo bueno, es hacer de los pobres el centro de toda la política. Pero
ahora están en el Gobierno quienes consideran a esos pobres como demonios.
“Ñoquis” es el nuevo sinónimo de demonio en referencia a los pobres.
Pero no hay "ñoquis", muchachos, lo que sí hay, es ajuste.
y porque el kirchnerismo nunca se propuso investigar la deuda externa?
ResponderBorrarla realidad es que el oficialismo tuvo muchisimo tiempo mayoria automatica, y la utilizaron para las leyes que les parecio.
no digo que no hayan hecho nada bueno, al contrario. se lo que hicieron. pero flaquearon en mil cosas, el problema es que algunas de esas cosas eran las grosas.
La deuda externa fue legalizada durante el Gobierno de Raul Alfonsín.
BorrarY el Megacanje está en la Justicia, que es la que se encarga de esos temas, no el Poder Ejecutivo.
El tema es que los Paulo Vilouta juegan a eso de: -"Para mi es tan corrupción robar un atado de cigarrillos que una megaestafa. Qué lindo ardir. Qué gran pelotudo. Pero pensemos que esa sentencia bizarra hace eco en "lagente". Lo que pasa inadvertido es que el tipo ya metió en la bolsa de "robadores de cigarrillos" a los despedidos del Estado porque eran ñoquis.
ResponderBorrarDos x uno.
son tan corruptos y cobardes que se han pasado toda la vida pidiendo ajuste por ser este la panacea a todos los males y cuando lo aplican no se hacen cargo: "los echamos por que son ñoquis".
BorrarRepito: corruptos y cobardes.
Abrazo.