Día a día está quedando más claro que la oposición
está recargada, muy recargada. ¿Por qué será? Vaya a saber. Lo que sé es que es muy fácil advertirlo: Por
ejemplo, los “informes” de Lanata, que mas allá de que puedan ser hechos reales, lo muy llamativo es que cada
informe, en donde de ninguna manera abordan las cuestiones ideológicas o los
planes económicos a ser aplicados, son “demostrativos” de que todo está mal,
que el país se derrumba sin posibilidad alguna de salvación.
A menos que
la oposición tome las riendas por supuesto. (Obedeciendo las órdenes de los
poderes fácticos, por supuesto) Ese es
el mensaje implícito en los informes. Nunca jamás aceptan lo hecho y lo que
falta, que es mucho y hasta reconocido por Cristina, es el todo. Y hay que ver
el apoyo que obtienen inmediatamente esos “informes” en los foros.
En fin, lo
mismo de siempre, pero aumentado.
Es obvio que se persigue un fin. Básicamente,
esmerilar al Gobierno. Pero no creo que les alcance, quieren mucho más. Lo que
me preocupa es el alcance, el poder de convencimiento que pueda tener esta
aumentada campaña, en la que están utilizando todo aquello que falta o está mal
en nuestro querido país, además de contar con el apoyo total del
antikirchnerismo recalcitrante y el accionar de furiosos foristas pagos a
través de La Ese de Carlos Souto.
Y no solo quieren esmerilar a Cristina, quieren
tomar el poder político, el poder formal, para hacer lo que mejor saben:
aplicar criminales ajustes, que significan monstruosas transferencias de
recursos de las clases bajas hacia los poderes empresariales. En fin, esto que
estoy diciendo todos lo sabemos. Pero era necesario hablarlo para poder ir a lo
que es para mí en estos momentos el meollo de la cuestión: como enfrentarlos.
Es, sostengo, una cuestión de simple defensa propia,
si toman el poder, sabemos lo que nos espera a las mayorías populares. Estamos
en un Estado de Derecho, pero ese Estado de Derecho es respetado a rajatabla
solo por nosotros, las mayorías populares. Ellos, se cagan olímpicamente en la
Democracia, y más cuando esta les pone límites, como los impuestos por la Ley de Medios, paralizada por la
cautelar aplicada a su Artículo 161.
Es cierto que el 7 de Diciembre de 2012 vence esa
cautelar, pero es también cierto que no piensan cumplir con lo sentenciado por
la Corte Suprema: Clarín presentó un escrito en donde desconoce la Autoridad de
Aplicación de la Ley de Medios “por no tener nombrado a la totalidad del
directorio”. Esta presentación es prueba de que están preparando una andanada
de chicanas legales para al menos llegar a las elecciones legislativas del 2013
con todo el poder de fuego intacto, con toda su “debilidad” a pleno.
Me resulta claro que las enfurecidas críticas a las
cadenas nacionales de Cristina están indicando que hay allí una eficacia, que
no puedo cuantificar, pero está, pero que me parece que no es suficiente,
necesitamos, todos los que estamos en el campo Nacional y Popular, innovar al
respecto. En el aspecto comunicacional, digo.
El núcleo duro del antikirchnerismo creo que no
podrá ser disminuido, achicado, pero ¡OJO! puede ser aumentado, puede llegar a
ser un árbitro importante, decisorio en próximas elecciones, porque si la
actual y desaforada campaña antigubernamental tiene éxito, la odiante derecha recalcitrante, cipaya, vendepatria,
puede aumentar su caudal electoral.
Y puede ser mortal esto. Porque el odio es
destructivo, se odia y se desea, por
ende, dañar al objeto del odio, y además, cuando se elije odiar, se elige sentir
algo para toda la vida.
Y si nuestra juventud es inoculada con ese odio,
estos a su vez lo harán con sus hijos. Y las consecuencias no las tengo que
explicar. Y creo que todo depende de la cuestión comunicacional, del que sea más
convincente.
Y debemos ser nosotros, tenemos mucho con qué. Y no
podemos negar que mostrar la pobreza por más de 300 medios es muy convincente.
Aunque esa pobreza, que es real, no sea más que una parte del todo, bien
manejada, bien puede pasar por el todo. Es sintomático que ningún editorialista
opositor esté dispuesto a debatir o editorializar sobre ideología o planes
económicos. En principio, se niegan a hablar de ideología, de la ideología que
detentan porque son la anti política, se muestran a sí mismos como sin
ideología, son “objetivos” en suma.
Sabemos que no es así. Pero lo siguen haciendo,
aunque desde hace un tiempo no hablan de su monopolio de la “objetividad” si se
muestran como “veraces e independientes” y defendiendo a los pobres. Ellos, que
siempre dijeron que “los pobres son pobres porque quieren” (mataron a miles en América defendiendo esta
“verdad revelada”) y que cuando se ayuda a los pobres, y este Gobierno lo ha
hecho al por mayor, acusan de “hacer política clientelar”, o de “ayudar a
vagos”.
Hablar de
ideología los deja claramente expuestos, y es un lujo que no quieren darse. ¿Será
porque su ideología es amorosa? Estamos en un momento crucial, sostengo. La
dirección que en definitiva tomen los jóvenes depende, no en todo, pero si en
una parte importante, de cómo comuniquemos nuestra verdad, que es una verdad
relativa, es cierto, no absoluta ni revelada, pero que sí explica claramente
una parte muy importante de la realidad.
Una parte básica de nuestra verdad es el amor,
enseñamos a amar a la vida, no toleramos la tortura, la desaparición de
personas, los ajustes, la miseria ni la corrupción. La línea discursiva mas
importante de la oposición mediática en esta campaña brutalmente aumentada, es
la supuesta corrupción de la totalidad del Gobierno Nacional y nuestra alegre y
cómplice aceptación de dicha condición,
o sea, seríamos nosotros los militantes del odio y la corrupción y ellos los
“militantes de la verdad” (Marcelo Bonelli dixit).
Siguiendo con el eje “veraces e independientes”,
quiero recordar el caso del medallista olímpico Crismanich, del cual circuló la
versión de que había tenido que vender su auto para ir a las olimpíadas.
¿Saben de donde partió la “revelación”? Del programa
radial de Lanata.
Y en seguida fue apoyada por miles de foristas y
twiteros furiosamente ofendidos.
El muchacho luego contó la verdad, perooooo
Está claro que no es así, que no son “militantes de
la verdad” pero si basados en sus más de
300 “débiles” medios, logran instaurar como verdad culturalmente arraigada esta
línea argumentativa, habrán instalado en una porción todavía no mensurable de
la sociedad el odio en su versión descomunal.
Necesitamos mejorar nuestra tarea comunicacional. Hay mucha
juventud muy creativa y debemos darle lugar. En los medios, en las campañas
electorales, en la red, en las agencias de publicidad. Debemos encontrar el
mensaje perfecto: aquel que nos permita abrirles los ojos a todos aquellos que
de buena fe todavía le creen a los medios hegemónicos.