El porque de este blog

El porque de este blog

En este blog editado por un peronista, kirchnerista, se puede encontrar una serie de post que abordan temas que creo son universales, mas allá de las particularidades propias de cada país.
Por sobre toda las cosas, a lo largo de todas mis humildes notas, apunto a mostrar la forma en que se comportó el Gobierno kirchnerista con respecto a la economía y también como se comporta la oposición, tanto mediática como política. Espero estar logrando ese cometido, de todos modos, todos los post están abiertos a comentarios que no son de ninguna manera moderados, son aceptados en su totalidad, por la simple razón de respetar a rajatabla la libertad de expresión y aclarar todas las dudas que los lectores puedan tener.
Aclaro que no soy funcionario del Gobierno Argentino, ni estoy pago por el Kirchnerismo, solo soy un trabajador empleado en el rubro hotelería, que apoya de manera clara y de frente las políticas aplicadas por Cristina Fernández de Kirchner.
Como debe ser: diciendo desde donde uno habla.
Por que la objetividad no existe, su "existencia" es pantalla de corruptos partidarios de ajustes criminales.
Porque la economía solo tiene dos maneras de ser manejada: desde las clases dominantes o desde las clases dominadas.

lunes, 26 de noviembre de 2012

El apriete de Clarín


Se acaba de conocer que el día Jueves 22 de Noviembre el Grupo Clarín denunció ante la Justicia por incitación a la violencia a los periodistas Roberto Caballero, Sandra Russo y Javier Vicente, además de a varios funcionarios del gobierno de Cristina.

La incitación a la violencia es delito. No hay nada que decir al respecto.

¿Pero es así, como dice Clarín? No, terminantemente no.

Lo que Clarín denomina como incitación a la violencia es el ya añoso reclamo, no solo de los periodistas denunciados, de que el grupo cumpla con la Ley de Servicios Audiovisuales, (Ley de Medios).

Se adecue, se desprenda de todo lo que le sobra, de todo lo que excede el límite marcado por esta Ley de Medios por la cual hubo mucha gente batallando desde hace 30 años, Ley que fue aprobada por amplia mayoría en el Congreso.

A esta argumentación le agrega un refuerzo: opinar que la sublevación de Prefectos y Gendarmes fue organizada por Clarín también es cometer un delito, o sea, incitar a la violencia.

Independientemente de lo acertado o no de dicha opinión, que yo comparto, es eso, nada mas (ni nada menos): una opinión.

Y que un grupo editorial, que hace diez años que no permitía actividad gremial en su empresa, actividad amparada por la Constitución y por las Leyes que la reglamentan, que se arroga para sí ser el paradigma de la libertad de expresión, denuncie por opinar a un grupo de periodistas, no nos ubica ante una “incitación a la violencia” si no ante un verdadero hecho de violencia, ya que viola garantías constitucionales, las que protegen la Libertad de Expresión.

Me parece importante volver sobre unas palabras de Cristina dichas no hace mucho: “De aquí al 7 de Diciembre vamos a ver cosas estrambóticas” Esta “incitación a la violencia” sin duda es una de ellas. Indudablemente son cosas estrambóticas, pero los que las hacen no lo son.

El grupo, sus cabezas, sus dueños, Magneto y compañía, en suma, no tienen nada de extravagantes, irregulares y desordenados y si mucho de acostumbrados a la impunidad y hacer lo que se les cante, incluido robar bebes y empresas, además de ser promotores y cómplices de todo golpe de estado que anduviera por nuestras tierras.

Es gente que ha dicho lo que se les ha cantado de Cristina y su Gobierno, desde la simple y legítima critica a la descalificación más abyecta, no solo de la Presidenta, sino también de quienes la apoyamos, ahora denuncia a quienes simplemente hacen, y con mucha altura, lo mismo que ellos: opinar.

Esto, que puede resultar extravagante a un inicial análisis, nos está mostrando lo que realmente son: personas extremadamente peligrosas. Y lo digo porque callaron durante el gobierno de facto, y estaba sucediendo un genocidio. Y callar ante un genocidio no te hace buena persona ni mucho menos defensor de la Libertad de Expresión.

Y no solo callaron, también se beneficiaron, ya que se robaron una empresa en complicidad con ese estado torturador y desaparecedor recibiendo de manera preferencial, también, una profusa publicidad oficial por parte del gobierno criminal de Videla y compañía.

Y no se quedan en la “incitación a la violencia”, si no que intentan llegar más allá: “coacción agravada”. ¿Qué es esto? La coacción agravada es cuando alguien hace “uso de amenazas con el propósito de obligar a otro a hacer, no hacer o tolerar algo contra su voluntad".

¿Reclamar que se cumpla la Ley de Medios, puede ser denominado de tal manera? Si es así, ya nunca se podrá reclamar que se cumpla una ley, ya que estaríamos cometiendo un delito, y muy grave, por otro lado.

Estrambótica, sin duda, esta argumentación-acusación, pero ¡ojo! que viene de gente acostumbrada a que con 5 tapas en contra volteaban un gobierno, y si bien ya llevan como mil en contra de Cristina y no lo consiguieron, no quiere decir que no seguirán intentándolo.

Extravagantes y desordenados, pero peligrosísimos. Si lo serán que utilizan una clara y legítima frase de Sabbattella, “La AFSCA va a actuar de oficio después del 7 de diciembre”, frase que está amparada por lo que la Ley de Medios establece, para acusar de que "en la misma línea trazada por el gobierno, (Sabbatella) soslaya el derecho constitucional del grupo Clarín de peticionar a las autoridades y aguardar una decisión del Poder Judicial de la Nación".

Y desesperados, además.

Sería bueno que el grupo nos aclarara en qué momento no pudieron peticionar a las autoridades o recurrir al Poder Judicial. O decir lo que se les antoja.

Y bueno, por las dudas no voy a exigir que Clarín se adecue a la Ley de Medios, ya que parece ser que eso me convierte en un delincuente.

Mi humilde y total solidaridad con los denunciados.

Cosas veredes, Sancho, que non credere. 

lunes, 19 de noviembre de 2012

8N: Un triunfo de Néstor Kirchner


Voy a decir algo que quizás haga que algunos piensen que estoy loco: la marcha del 8N fue un rotundo triunfo de Néstor. Es una humilde opinión de un militante de última línea como soy yo, un cibermilitante, en realidad.

Bueno, ¿pero porque lo digo? Lo digo porque, todos lo sabemos, hemos vivido una siniestra constante en nuestra historia: los golpes de estado.

Principalmente cuando de Gobiernos populares se trataba, como  los casos de Yrigoyen, Perón y Arturo Íllia. Siempre la oposición a esos Gobiernos, muy virulenta, terminaba de la misma manera: las clases dominantes golpeando las puertas de los cuarteles.

Pero resulta que desde ya hace casi diez años tenemos un Gobierno nacional y popular, y sin embargo, no hemos tenido golpe, y no porque no han querido nuestras autóctonas  clases dominantes, sino porque no han podido.

¿Y porque no pudieron? No pudieron porque Néstor les bajó los cuadros de Videla y Bignone del Colegio Militar. Es obvio que esta acción por sí sola no ha logrado tal cosa, pero es también obvio que esta acción, simbólica, tuvo su correlato en la realidad: La desaparición del partido militar.

Pero, ¿existió el partido militar? Claro que sí. Basta echar una mirada sobre los golpes y prestarle atención a quienes los apoyaron sin cortapisas, incluso desde antes de su consumación: La Sociedad Rural, la elite empresarial, las clases altas y los medios más importantes, esto es, Clarín y La Nación.

La inclusión que hago  de Clarinación en el partido militar, se basa en la “adquisición”, por parte de los citados, de Papel Prensa, hecho que a mi juicio prueba de manera clarísima la existencia de dicho “partido”, de esa conjunción de intereses en común que es un partido político.

¿Y entonces? Pasa que Néstor no se quedó solo en lo simbólico, si no que promovió y apoyó de manera clara, pública y contundente  el juzgamiento de los militares, que ya llega a casi trescientos condenados, realidad que, sostengo, prueba que se terminó con el partido militar, y ese final lo podemos apreciar en el enojo y la virulencia de las marchas del 13S y el 8N.

Marcharon, y esta vez no lo pudieron hacer a las puertas de los cuarteles, tuvieron que hacer aquello reservado solo para piqueteros, marxistas y “choripaneros”, esto es, provocar “caos de tránsito”, salir a militar, amucharse en las callecitas de Buenos Aires, que ahora  tienen un nuevo no se qué.

Y hay más: Las declaraciones de Bartolomé Mitre. El actual dueño de La Nación, digo. “Estamos en una dictadura de los votos”, dijo.

La dejó picando, don Bartolomé: Gracias a Dios, mire si estuviéramos bajo la dictadura de las botas.

 Seguro que yo y muchos como yo no estaríamos escribiendo lo que escribimos. Y sin embargo, bajo “la dictadura” que a él no le gusta, puede decir que odia a este Gobierno y a esta democracia. Y no le pasa nada.

Bueno, en realidad le pasa que “le faltamos el respeto”, “que violentamos al periodismo independiente”, que “atacamos” a ese “periodismo independiente”, porque “los k” somos “intolerantes”, “ultras”, etc., etc.  Lo que sucede en verdad, es que nos mostramos en un total desacuerdo con sus expresiones, a las que consideramos barbáricas, retardatarias, brutales, siniestras.

Porque es un derecho, y no un ataque a la prensa, expresar nuestro desacuerdo con los “biempensantes”. Pero para ellos lo hacemos porque somos “dictadores”. Nosotros somos los “dictadores”, los que tenemos que aceptar  que se nos insulte, descalifique, acusen de lo peor, que además no nos “informamos”, no “escuchamos”, “no tomamos conciencia” y simplemente “seguimos a Cristina”.

Motivados por esta hermosísima y democrática derrota infringida al partido militar, han sacado a relucir un nuevo caballito de batalla para deslegitimar a los Gobiernos democráticos en general y al de Cristina muy en particular (y que lo son por el voto de las mayorías) es que a “Hitler también lo votó el 80%”. Pero no es así.  

Hitler es nombrado canciller el 30 de enero de 1933, luego de perder las presidenciales ante Hindenburg por 16 puntos, y a través de oscuras maniobras políticas llegó a tener el poder total, de manera legal, a través de lo que se conoce como Ley Habilitante de 1933. Por lo tanto, es una falacia que “Hitler ganó con el 80% de los votos”.

En el mejor de los casos, con todo el aparato del estado a su favor, y muchas prohibiciones, persecuciones y encarcelamientos de opositores, llegó a tener el 44% de los votos.


Ellos que a duras penas logran disimular su amor por el voto calificado, que odian a los pobres, que apoyaron todos los golpes de estado, que quieren que toda la economía esté supeditada a sus intereses de clase, que apoyaron también la tortura, la desaparición forzada de personas, que quieren sueldos “competitivos”, (o sea, miserables) ellos son “superiores”, son los “verdaderos demócratas”

Estas declaraciones del Mitre descendiente del Mitre genocida del Paraguay están  íntimamente unidas a las marchas del 13S y el 8N por el eje al que hago mención: el rotundo éxito de las políticas Nacionales y Populares de Néstor Kirchner. Políticas que,  no puede ser de otra forma, incluyen ir eliminando los profundos cánceres que tiene nuestra sociedad. Tumores que provienen  de los integrantes de partido militar.

Y el primer tumor eliminado fue el partido militar no mas, partido que nunca se presentó  a elecciones, simplemente lo hacía en la Casa Rosada, sacaba a patadas al Presidente Constitucional, por supuesto que en “defensa de la democracia”,  y a robar y entregar el manejo del país al imperio.

Me parece importante remarcar que esta derrota, que debe ser irrevocable, puede volverse inexistente, por la simple razón de que no descansan, están en una acción permanente para recuperar el poder que perdieron. Y ya sabemos para qué.

La lucha debe continuar, hoy es a través de la aplicación de la Ley de Medios, mañana, se verá. Siempre a través del voto mayoritario y militante. Y a mucha honra.

¡¡¡Grande, Néstor!!! Te fuiste, y se las seguís ganando igual.

martes, 13 de noviembre de 2012

8N: La "revolución" de los slogans



O del vacío conceptual, que es lo mismo.

No podemos negar que fue imponente. Pero no hay coincidencia sobre las cifras reales de participantes. Macri dice que en la CABA fueron 700.000 personas. 

Sinceramente no me parece. Creo que en el mejor de los casos, llegaron, en todo el país a unas 300.000 o 400.000. Además se cuidaron mucho de dar rienda suelta a su declarado odio a Cristina. Por un lado los medios que sponsorearon a la espontanea manifestación no le dieron el aire en vivo a los participantes, cosa que si hizo el canal 7, con el impecable y profesional trabajo realizado por la muy querida Periodista Cynthia García del programa 678. 

Pero hubo en esa legítima y “pacífica” manifestación algo que siempre me ha preocupado, y mucho, que son los slogans, auténticas verdades a medias, superficiales, frases abstractas con las cuales, por supuesto, no existe nadie que pueda estar en contra. 

Y sostengo que se les puede aplicar la definición de consignas vacías. ¿Porque lo digo? Porque de cada slogans no hay un mínimo de debate. Es el slogan, que refiere un problema, y la señalización de la culpable: Cristina. 

Chicana, operación política, en realidad, ya que no se acepta el debate ni se proponen soluciones.
Propongo una recorrida por cada una de las chicanas, perdón, consignas. 

Inseguridad: no nos explican que es lo que entienden por seguridad y como se logra  ese, hasta ahora, desconocido concepto. Tampoco nos explican por qué razón la parte, el hecho delictivo, es el todo. O sea, porque TN muestra 100 veces en un día un delito, se debe uno convencer de que todos somos asaltados (o cosa peor) todos los días. 

Tampoco entran en el debate sobre lo hecho por el Gobierno en el tema, ya que niegan rotundamente que el kirchnerismo haya hecho algo al respecto. Nadie niega la existencia de los delitos, pero me parece que lo que exigen los sloganistas es la eliminación absoluta y llana de todo delito. Un verdadero delirio este.
¿Por qué no nos cuentan en qué país se logró eliminar la totalidad de los delitos? 

Corrupción: acusación basada exclusivamente en las tapas de los medios opositores como Clarinación y Perfil. Es muy infantil negar que no existen funcionarios corruptos en un gobierno, de hecho nadie en el kirchnerismo lo hace, pero se repite aquí lo que es el eje de los caceroleros: nada de debate. 

Por ejemplo, el caso Ricardo Jaime. El hecho de que presuntamente sea un funcionario corrupto, que justificaría esa realidad según las cacerolas? Que todos son corruptos y el modelo de inclusión debe ser desmantelado. Es fácil advertir que cuando menos esta “verdad revelada cacerolera” es discutible. Nuevamente se da la parte por el todo. 

Amenazas y aprietes: Son un absoluto y total invento. Jamás este Gobierno ha amenazado o “apretado” a nadie. 

Pero supongamos que alguien lo haya hecho, lo digo porque seguro se refieren a Guillermo Moreno, presunto “amenazador” y “apretador”. Adivinen quienes dicen y desparraman tal condición  de Moreno. Por supuesto que en la Justica no hay ningún dictamen que fundamente las acusaciones de tapa de Clarinación. 

¿Pero qué importa?

 Inflación: nadie niega tampoco, que existe. Pero seguimos en lo mismo: nada de debate, nada de hablar de la Inflación de Demanda, Inflación Autoconstruida ni tampoco de que estamos en un país en donde los empresarios aumentan sus precios en un porcentual idéntico o mayor al aumento salarial, una situación derivada de una matemática de exclusiva invención empresarial argentina, que dice que el salario es el único costo que tienen sus productos. Una barbaridad casi criminal diría, pero que nadie de los inflacionólogos  quiere debatir, a pesar de ser una “verdad revelada”


Mentiras: ¿cuáles? El slogan en su concepción más absolutista: Todo es mentira. Si es así, que tienen la verdad absoluta, ¿por qué no debaten? 

Impunidad: Esta acusación es corolario de la de corrupción, ya que si todos son corruptos, todos deben estar presos, si no es así, es porque, por supuesto, hay impunidad. Para que hablar de las pruebas que tienen para sostener tal acusación. ¿Qué importan las pruebas? Nada. Si lo dicen Clarinación, basta y sobra.

Dividir a la sociedad: Jaaaaa! Jaaaaaa! Claro, si odian a los pobres por culpa de Cristina. También están en contra de la inclusión, la AUH, la entrega de viviendas o terrenos, la Justicia Social por culpa del kirchnerismo. 

Y es culpa de Cristina que cuando muestran a un pobre acusan al Gobierno de no hacer nada por ellos. Y cuando lo hace, la acusan de “dar plata a los vagos” Hipocresía descomunal la de los cacerolos, y es todita de ellos. La culpa de ser hipócritas, digo. 

No escuchar: ¿Qué significa “que Cristina no los escucha”? ¿Qué no hace lo que ellos quieren? Y tienen razón. Cristina hace lo que  queremos los y las que la votamos. 

Es indudable que los asistentes a la manifestación han sido “perjudicados” con algunas medidas que el Gobierno ha tomado, pero han sido “perjudicados” en sus privilegios, esto es, fueron “perjudicados” en parte de lo que no tienen derecho a tener, como es el derecho a comprar divisas extranjeras, que es constitucional, pero como todo derecho, no es absoluto. 

Es indudable que el dólar ha sido usado para atesorar por parte de una buena cantidad de pequeños ahorristas, pero también es innegable que se lo compra con lo que se evade en impuestos y fugar la riqueza resultante de dicha evasión hacia los paraísos fiscales. Vacían la economía del país.

Es justo aclarar que la evasión en Argentina, según cálculos bondadosos, llega a un 60%, y también cabe preguntarse quiénes son los que evaden. Y esto no es un derecho, ni siquiera debe ser visto como un privilegio, es un delito execrable. Y encima lo cometen en una economía manejada por un Gobierno que, dicen, los “ataca”. 

Porque esos dólares que fugan, los ganan en Argentina, que tiene un Gobierno policlasista, que quiere, y a mi juicio lo está logrando acabadamente, incluir a todos, empresarios, clases medias y obreros, ya que es su concepción de la vida, (y también la de muchos que no fuimos a la marcha) no en Estados Unidos. Hipocresía, y diría que criminal. Les cabe perfectamente el concepto

No a la re-re: La re-re es un tema que fue introducido por Clarinación a través de sus políticos empleados, ya que de parte del Gobierno no hay un proyecto semejante en el Congreso. Pura chicana, que espero se les vuelva en contra.

Esta conducta, la de no debatir, la de enviarle a la sociedad mensajes que son “verdades reveladas”, “indiscutibles”, es profundamente antidemocrático. No podemos negar que la mayoría de los carteles, caseros, eran políticamente correctos, pero no todo fue así, las agresiones, varias y muy virulentas, lo demuestran. 

Además, con el asunto de referirse a la manifestación con frases  como “la ciudadanía se manifestó” o la “gente se manifestó”, vuelven sobre  la cuestión de la parte por el todo: no tienen en cuenta a los que no fuimos, (no somos ciudadanía ni gente, parece)  pone aún más en claro el sustrato profundamente antidemocrático de “la ciudadanía”, “la gente”. 

Creo que fracasaron, pensaban lograr una “revolución”, marcar un hito trascendental en la historia argentina, pero el único éxito que lograron es que le dejaron muy en claro al mundo todo que de ninguna manera van a poder seguir afirmando que estamos en una “diktadura”. Se les murió un importante caballito de batalla.

Pero eso no los hace menos peligrosos. Todo lo contrario.