El porque de este blog

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En este blog editado por un peronista, kirchnerista, se puede encontrar una serie de post que abordan temas que creo son universales, mas allá de las particularidades propias de cada país.
Por sobre toda las cosas, a lo largo de todas mis humildes notas, apunto a mostrar la forma en que se comportó el Gobierno kirchnerista con respecto a la economía y también como se comporta la oposición, tanto mediática como política. Espero estar logrando ese cometido, de todos modos, todos los post están abiertos a comentarios que no son de ninguna manera moderados, son aceptados en su totalidad, por la simple razón de respetar a rajatabla la libertad de expresión y aclarar todas las dudas que los lectores puedan tener.
Aclaro que no soy funcionario del Gobierno Argentino, ni estoy pago por el Kirchnerismo, solo soy un trabajador empleado en el rubro hotelería, que apoya de manera clara y de frente las políticas aplicadas por Cristina Fernández de Kirchner.
Como debe ser: diciendo desde donde uno habla.
Por que la objetividad no existe, su "existencia" es pantalla de corruptos partidarios de ajustes criminales.
Porque la economía solo tiene dos maneras de ser manejada: desde las clases dominantes o desde las clases dominadas.

domingo, 13 de noviembre de 2011

El gran misterio argentino: ¿Porque la odian?


Creo que voy a decir algo en que la oposición va a estar absolutamente de acuerdo conmigo, aunque no lo digan públicamente: Odian a Cristina.
Y por qué?
Para mi es un misterio, ya que considero que los motivos por los cuales la odian (nos odian) a muerte no son políticamente correctos, por lo tanto, no los blanquean.
Si hacemos un repaso por todas las acusaciones que le han hecho a Cristina, vemos que los motivos declamados, son en realidad motivos que generan rechazo por parte de la gente hacia quienes son signatarios de tales condiciones.
En este caso, la declamada, por la oposición, corrupción de Cristina. Ahora bien, vamos a suponer que lo que afirma la oposición es cierto. Si Cristina es una corrupta, y ellos son los descubridores y acusadores de tal condición, debemos, creo yo, suponer que la oposición es absolutamente honesta.
Honesta, elevada espiritualmente y además, culta. Esa es la condición que reclaman para si. Entonces, yo me pregunto, ¿por que una persona honesta, elevada espiritualmente y culta cae en el mas abyecto y destructivo sentimiento, como es el odio?
¿Cómo es que siendo la oposición signataria de lo que podemos decir que son las mejores virtudes que un ser humano pueda tener dedican cada momento de sus vidas para hacer notar, para derramar sobre todo el país, esa profunda y descomunal antipatía y aversión hacia Cristina, a la que le desean todo el mal posible?
¿Cómo es que estando los opositores en tan alta autoestima no puedan esconder aunque sea en algo su aversión, aunque mas no sea, por su recitado republicanismo?
No han encontrado en estos últimos años un mínimo de capacidad para al menos aparentar un algo de lo que dicen tener en demasía.
Al menos en cuanto a Cristina se refiere. Tengo amigos profundamente anti-k, y todos esparcen sin pudor su odio a la Presidenta. Odio que no reconoce grises. Les es imposible aceptarla como ser humano, en suma, como lo que es.
Y todos, por supuesto, utilizan los mismos argumentos: que no hace nada por los pobres, la corrupción, la hecatombe económica que se va a venir por culpa de ella, en fin, todas argumentaciones que si las analizamos detenidamente, nos podríamos encontrar con que si vemos que es cierto o relativamente cierto, nos puede producir algo de rechazo hacia esa persona.
Pero creo que es conveniente ya empezar a desmenuzar parte por parte los argumentos utilizados por la oposición para justificar el odio.
Empecemos con el tema de que no ayuda a los pobres: resulta que cuando los hace, esto es, da un plan trabajar,  la Asignación Universal por hijo o los subsidios que permiten mantener bajo el precio del boleto de colectivo, lo primero que dicen es: “ayuda a los vagos”, es “clientelismo”.
En qué quedamos? Quedamos en que este motivo es mentira, no la odian porque “no ayuda a los pobres”, está más que clara la hipocresía. ¿Y entonces? Estamos en fojas cero. Recomencemos: Es una corrupta. Veamos, aquí se impone un poco de cordura, ¿no les parece? Estamos hablando de algo gravísimo. ¿Es suficiente esta “corrupción” para justificar tan descomunal odio?
Recordemos que estamos hablando de personas honestas, elevadas espiritualmente elevadas y muy cultas como son las que lanzan la acusación. Con esta calidad como personas que tienen en la oposición, ¿se justifica tal odio?
Si juntamos lo que es la oposición y la Presidenta, podemos ver que sería muy fácil  demostrar ante la Justicia la veracidad de sus acusaciones. Porque si son lo que dicen o dan a entender que son, seguro que tienen todas las pruebas que justifican dichas imputaciones. ¿Y donde están las pruebas? En ningún lugar. Lo que sí está, es el odio.
Y lo que también está, es el Estado de Derecho, el cual me obliga a aceptar el principio de Presunción de Inocencia, máxime si soy honesto, elevado espiritualmente y culto.
Debo probar la culpabilidad, ya que la inocencia es el estado natural de todos los ciudadanos. Resulta que desde hace también varios años le critican al Gobierno que no hace nada para parar la fuga de capitales. ¿Y quiénes son los que fugan capitales? Los que la odian.
Fugan capitales y la odian. ¿¿¿??? Otra hipocresía.
Y aquí creo que nos podemos adentrar en otro aspecto de esta oposición: la negación.
Han estado negando sistemáticamente la mejoría de todos los índices económicos, a saber: desendeudamiento, con una quita del 60%, reservas por 47.000 millones de dólares, salida del default, crecimiento del PBI al 8%, superávits gemelos, (comercio exterior y fiscal) 6 millones de empleos creados desde el 2003, ampliación de la generación eléctrica, algo absolutamente innegable y necesario, debido al crecimiento de la industria.
Record de consumo y construcción, ventas de 0 KM, creación del Polo Tecnológico, repatriación de científicos, etc.
Niegan todo esto, que son índices básicos de toda economía, y que demuestran a las claras que este Gobierno, sin ser perfecto, por supuesto, ha hecho todo lo necesario, todo lo bueno que se debe hacer para que un país progrese. Pero la odian. Y cómo.
Y el porqué de ese odio, para mi sigue siendo un misterio.
O no lo es tanto. Por ahí es que no son para nada honestos, elevados espiritualmente y cultos. Lo digo porque el odio no es nada bueno ni elevado, en cualquier religión o tratado de Ética así se lo puede aprender.
Ni Cristina ni su gobierno son perfectos, pero si son políticos que se someten al veredicto de la gente mediante elecciones, al contrario de los empresarios, como por ejemplo Magneto, que nadie los puede echar como si se puede hacer con un Gobierno. Si en la oposición son lo que dicen que son, pueden ganar las elecciones.
Pero la odian.
Y no se hacen cargo de su odio tampoco. Y eso es de máxima deshonestidad.
Nadie se pierde por los pecados ajenos.

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