El porque de este blog

El porque de este blog

En este blog editado por un peronista, kirchnerista, se puede encontrar una serie de post que abordan temas que creo son universales, mas allá de las particularidades propias de cada país.
Por sobre toda las cosas, a lo largo de todas mis humildes notas, apunto a mostrar la forma en que se comportó el Gobierno kirchnerista con respecto a la economía y también como se comporta la oposición, tanto mediática como política. Espero estar logrando ese cometido, de todos modos, todos los post están abiertos a comentarios que no son de ninguna manera moderados, son aceptados en su totalidad, por la simple razón de respetar a rajatabla la libertad de expresión y aclarar todas las dudas que los lectores puedan tener.
Aclaro que no soy funcionario del Gobierno Argentino, ni estoy pago por el Kirchnerismo, solo soy un trabajador empleado en el rubro hotelería, que apoya de manera clara y de frente las políticas aplicadas por Cristina Fernández de Kirchner.
Como debe ser: diciendo desde donde uno habla.
Por que la objetividad no existe, su "existencia" es pantalla de corruptos partidarios de ajustes criminales.
Porque la economía solo tiene dos maneras de ser manejada: desde las clases dominantes o desde las clases dominadas.

domingo, 6 de noviembre de 2011

El Kirchnerismo, el ajuste y el sentido de la vida.

El tema en cuestión para mi es, ¿qué se debe hacer ante una crisis? Las opciones no son muchas: creo que dos. Una: la sustentada por el FMI y sus apoyaturas, los políticos de derecha y los bancos, que es  el ajuste, y si es permanente, mejor todavía.
 Podemos comprobarlo entre los años  1983 hasta el 2003, décadas que estuvieron signadas por el ajuste económico de manera permanente, décadas en las que nunca se vivió un momento en donde Argentina tuviera crecimiento sostenido.
¿Y cuál es la otra?
Según la ortodoxia económica no la hay. Sin embargo, desde el 2003, se le está demostrando al mundo, desde este humilde rincón del mundo llamado Argentina, que sí, que hay otra forma de encarar las crisis.
Y que da el mejor resultado obtenible de una política económica. Desde la asunción de Néstor Kirchner en Mayo de 2003 ante la realidad de una economía destrozada, casi inexistente, con 6 millones de desocupados, se comienza con algo que es anatema para la ortodoxia: se comienza a aumentar el gasto social, a aumentar los salarios, y a tener un valor del dólar decidido y mantenido por el Gobierno.
Y que comienza a pasar en el país? Aumenta el consumo.
¿Y, algo más?
Aumenta el PBI, aumenta la recaudación de impuestos, se la utiliza para sabiamente mejorar el gasto social. Por supuesto que se habla del Gasto Social virtuoso, o sea, el gasto que protegió, por ejemplo, a los que la “modernidad”  neoliberal del ajuste permanente dejó debajo de la lona.
La mejora en Jubilaciones y el incluir a 2.500.000 de esos “beneficiados” por la “modernidad”, por ejemplo.
Y de esa manera, se pudo poner en marcha un círculo virtuoso: Al aumento del consumo, aumento del PBI, al aumento del PBI, aumento de la recaudación, al aumento de la recaudación, en donde debemos incluir a las retenciones a los granos, aumento de las reservas , al aumento de las reservas, mayor poder real para el Gobierno, como se pudo ver recientemente cuando Cristina volteó la “corrida bancaria” que tan diligentemente armaron los medios y los poderes fácticos opuestos al gobierno y sus políticas.
También desde el 2003 venimos soportando por parte de la oposición, políticos y medios, la negación absoluta del progreso que ha venido llenando de alegría a muchos en Argentina.
Pero el “ajustismo” (perdón por el barbarismo) ha vuelto a la carga. Mejor dicho, nunca dejó de presionar por la aplicación de un ajuste. Grecia, España, Portugal, Islandia, Irlanda prueban sobradamente esta afirmación.
Y me parece que podríamos hacer un juego, y por un momento, supongamos que la única salida es el ajuste. Pregunta: ¿que produce el ajuste?  Desocupación, reducción de sueldos, disminución acelerada del PBI, en suma, un achicamiento en todos los órdenes del país que lo aplica.
Es la condena al sacrificio, que tanto solicitan los partidarios del ajuste, esto es, los bancos, los políticos de la derecha y las clases muy adineradas, ¿por qué? porque son los que se quedan con la monumental transferencia de recursos que genera el ajuste.
Demás está decir, que jamás esas clases dominantes, han ofrecido o aceptarían hacer el sacrificio que si se les impone al resto de la sociedad.
Y creo que aquí, ante este estado de la situación, hemos llegado a la pregunta del millón: ¿Cuál es el sentido de la vida? Según los defensores de este status quo, el sentido de la vida, es el sacrificio.
Pero no el de ellos, repito.
 No tiene ningún sentido según estos “filósofos” de las finanzas, de estos enemigos del Estado de Bienestar, poder tener un trabajo bien remunerado, salud, educación, un proyecto, en suma, tener bienestar.
El Estado de bienestar es una aberración, un degeneramiento provocado por “estado y gente gastadores”, lo natural y sano, es vivir en un permanente ajuste, o para decirlo un poco más claro: en la miseria. Cuál es la base ética, moral  que sustentaría este “estado de vida natural”. No la tienen. No la tienen y nunca la tendrán, ya que la base de sustento del estado de sacrificio, es solo la descomunal avaricia.
No hay ningún sentido positivo de la vida, valor ético ni respeto al humano detrás de los ajustes.
El ajuste está relacionado con la criminalidad que anida en quienes manejan la economía en la actualidad, no tiene nada que ver con valor de ningún tipo, no le da, repito, sentido de bienestar a la vida, por que el bienestar es si un sentido positivo y necesario y muy buscado y disfrutado por los partidarios del sacrificio…de los otros.  No tiene eticidad, no hay en absoluto, bondad en la acción de ajustar las economías. Quienes defienden esas políticas criminales, son defensores de la obtención y tenencia de riquezas, lo consideran un derecho natural de las personas, cosa en la que estamos de acuerdo todos, creo.
Pero llevan a los pueblos a la miseria. Y en la miseria el único sentido de vida que se impone, es la degradación absoluta del ser humano. Y la muerte. Cada cual sabrá o no que sentido darle a su vida, pero para darle  algún sentido a la vida, se necesita tener vida, estar vivo.
Tener un  trabajo con un  sueldo digno, esto es, un salario que me permita acceder a pagar la salud, el estudio, a comer y vestirme dignamente y a disfrutar de cierta capacidad de ahorro y una jubilación igualmente digna. A partir de estas condiciones, que se logran con políticas que generen el aumento del consumo interno de un país, lo que lleva a aumentar  la generación de riqueza, la persona puede pensar en un sentido para la vida, en tener un proyecto. Esto es bienestar. ¿Y qué tiene de malo?


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