El porque de este blog

El porque de este blog

En este blog editado por un peronista, kirchnerista, se puede encontrar una serie de post que abordan temas que creo son universales, mas allá de las particularidades propias de cada país.
Por sobre toda las cosas, a lo largo de todas mis humildes notas, apunto a mostrar la forma en que se comportó el Gobierno kirchnerista con respecto a la economía y también como se comporta la oposición, tanto mediática como política. Espero estar logrando ese cometido, de todos modos, todos los post están abiertos a comentarios que no son de ninguna manera moderados, son aceptados en su totalidad, por la simple razón de respetar a rajatabla la libertad de expresión y aclarar todas las dudas que los lectores puedan tener.
Aclaro que no soy funcionario del Gobierno Argentino, ni estoy pago por el Kirchnerismo, solo soy un trabajador empleado en el rubro hotelería, que apoya de manera clara y de frente las políticas aplicadas por Cristina Fernández de Kirchner.
Como debe ser: diciendo desde donde uno habla.
Por que la objetividad no existe, su "existencia" es pantalla de corruptos partidarios de ajustes criminales.
Porque la economía solo tiene dos maneras de ser manejada: desde las clases dominantes o desde las clases dominadas.

lunes, 6 de mayo de 2013

Inflación: El eterno caballito de batalla de la oposición


Aquí están, estos son los eternos fugados del debate sobre la inflación:


Y sigue la operatoria mediática en contra del gobierno. Y el caballito de batalla preferido: la inflación. (Hay otro también muy usado: la “inseguridad”) Y como siempre, la culpa es de Cristina. ¿La causa?: La emisión monetaria a la que nos ha condenado “la yegua”.

Que es descontrolada, según dicen los que consideran que la economía es una ciencia exacta, a pesar de que está muy claro que no es así. Y encima hay que bancarse que los acusadores no hablen nada, ni una palabra, de los formadores de precios.

Que no existen, dicen algunos, o son simplemente santas víctimas de las siniestras políticas de “la dictadora”.
Sin embargo, existen. Y como existen. Pero primero lo primero: vamos al tema de la emisión monetaria. Como siembre viene afirmando la sabiondez monetarista, “la emisión genera inflación”. Mentira.

Si todos los años agregás a la economía de un país un nuevo PBI, ¿cómo es posible afirmar que emitir genera inflación. Es de sentido común: ¿cómo vas a tener el doble de la riqueza que tenías el año anterior con la misma cantidad de circulante?

En la Argentina inclusiva y progresista de la década ganada, la emisión es del 33% del PBI, aproximadamente.

Porque hay que emitir. O en su defecto, emitir no genera el problema de la inflación, máxime si parte de esa emisión es usada para aumentar el crédito a la producción, lo que genera más trabajo e inclusión, esta aumenta el consumo y este, a su vez, aumenta de manera directa el PBI.

O sea que la emisión se ve compensada con una mayor producción de riqueza. ¿Y qué problema económico no es solucionado por una mayor producción de riqueza?

Pero no hay caso. Siguen con su “verdad” monetarista. Algún beneficio obtienen, sin duda, con su “verdad”. No sé cuál es ese beneficio, pero, da la casualidad, que  los que sostienen eso son los mismos que piden ajuste, devaluación, endeudamiento, rebajas de sueldos y, entre otras cositas, no condenan de ninguna manera la evasión ni la fuga de capitales. A menos que el acusado sea cercano al Gobierno.

El tema es que tampoco nos explican los monetaristas cómo es posible que la economía siga funcionado sin que se emita a pesar de que todos los años se agrega más riqueza. Deberían aclarar  también porque durante el menemismo a pesar de emitirse el 15% del PBI, no había inflación.

Además no nos explican tampoco que siendo una “verdad revelada” que emitir genera inflación, Estados Unidos no desaparece debajo de un cataclismo inflacionario, ya que emite alrededor del 300% de su PBI. Y Europa anda emitiendo en el orden del 200% de su PBI. Si fuera como dicen los Chicago Boys, ni EEUU ni Europa existirían.

Pero claro, en Argentina tenemos inflación, lo cual es tomado por los “biempensantes” como la prueba irrefutable de que son los dueños de la “verdad revelada”: “La yegua” y sus políticas populistas son culpables de la inflación.

Y los formadores de precios, que en Argentina son apenas diez empresas que poseen el 80% del mercado, pobres víctimas de una “bipolar”.

Estas son las pobres víctimas del “dictatorial” Gobierno de Cristina:

P&G (Procter y Gambler), Unilever, Nestlé, Kraft, Johnson &Johnson, General Mills, Coca-Cola, Kellogg’s, Mars y PepsiCo. Todos estos nenes de pecho están detrás de más de mil marcas. 

Son dueños del 80% de los productos que cualquier argentino consume.

Y por supuesto que actúan en exclusiva defensa de sus consumidores. Eso es algo que se puede comprobar recordando que la fuga de capitales que tuvo este país, de 20.000 millones de dólares anuales, es algo que cometen los laburantes argentinos, como todos sabemos, que además, especulan con el “dólar blue”.

Estas empresas, todas kirchneristas, por supuesto, batallan diariamente contra la inflación, por la inclusión social y el aumento del Coeficiente de Gini, pero la tarea de “la dictadora” transforma esa batalla en algo totalmente inútil.

Y como para que no nos quede ninguna duda al respecto, estas santísimas empresas nos muestran, cada vez que lo pedimos, sus estructuras de costos, para que veamos, entre otras cosas, que los salarios son “esencialmente inflacionarios”, cosa que se agrega, como es fácil de imaginar, a la descarada emisión monetaria de “la medicada”

Si serán buenas, que nos reconocen el derecho a saber porque pagamos por sus productos lo que pagamos.

No hay forma que se pueda demostrar que la emisión es inflacionaria, pero insisten igual. Claro, no es para menos, con la excusa de controlar la inflación se llevan a cabo criminales ajustes, que no son otra cosa que descomunales y canallescas transferencias de recursos de las capas medias y bajas de la población hacia los grupos concentrados de poder. De ahí el amor por “parar la inflación”. Que es obvio que debe ser parada.

Y de ahí también la absoluta negación de lo que se llama Inflación de Demanda, a lo que debemos agregarle la Inflación Autoconstruida.

La primera nos explica que se produce inflación cuando en vez de aumentar la producción mediante la inversión de las utilidades, lo que se hace es aumentar los precios, para enfriar la demanda y de paso, aprovechando “la culpabilidad de los salarios en la espiral inflacionaria” mantener el porcentual de la renta nacional que detentan. Y que es de más del 70%.

¿Por qué será que no quieren hablar del hecho de que se quedan, las empresas que menciono más arriba, con la parte del león de la economía?

En cuanto a la segunda causa inflacionaria que menciono, está referida a un hecho ocultado por todos los analistas “biempensantes”: “aumento por las dudas”,  “aumento porque La Nación dijo que se hunde el país”,  “aumento porque Clarín afirma que va a haber devaluación”.

O sea, la responsabilidad ciudadana en la realidad económica de cualquier país. Minga que van a hablar de la parte de culpa que tienen los que algunos llaman  “la gente” o “los mercados”. Que no son otros que los hermanos menores y compañeros de ruta de las 10 “santas víctimas” que menté más arriba.

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